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martes, 9 de enero de 2018

Hitler y las mujeres.



 Nihil Obstat.

 Este artículo ha pasado la censura eclesiástica y  ha sido bendecido por el ilustre Historiador "SIR" Iam Kershaw, dispensador de bulas papales.






un  hombre santo  que próximamente será canonizado por sus infalibles biografías sobre Hitler. 
Amen.









En serio y olvidándonos  Kershaw, al servicio de Poderes Fácticos, vamos al  lío. 

Hitler y las mujeres.

Acabo de verme el reportaje de la ZDF de turno. El de siempre. Calumnia, que algo queda. Son monótonos y aburridos. Siempre la misma matraca informativa. Hay que mantener  vivo el odio a la bicha, al malo de cojones. 

Al malo de la película. 

Ah, y que nadie dude: ganaron "los buenos".

Lo de  Hiroshima 78.000 mueros de golpe, o Nagasaki, 90.000 muertos de una tacada, no es Holocausto Nuclear. Los cojones.
No, es broma. 
Sólo en Dresden, en Febrero de 1945 ya hubo mas muertos (150.000)  que en las dos bombas atómicas sobre Japón.

Pero no nos disgreguemos: vamos a lo prometido. 

Hitler y las mujeres.



 Hitler ejercía un efecto hipnótico y demoledor sobre la psique de las personas. Hombres y mujeres. Aunque adelantemos acontecimientos, podríamos decir que Hitler era extraordinariamente frío y calculador con las mujeres. Nunca se dejó influenciar por ninguna.Pero las respetaba, al menos en público,  y siempre se mostró, educado, besamanos y distante.



 Durante todo el tiempo que fue Canciller de Alemania, ocultó astutamente su relación afectiva con Eva Braun, sabedora que las mujeres le votaban tanto como los hombres. 







¿Votar? ¿Pero se les había olvidado que H. llegó democráticamente al poder? Lo digo para que no pase de nuevo, con otros negados actuales. Aviso para navegantes.

Como decía Winston Churchill (*) :

 “La Democracia no resiste ni 5 minutos de conversación con el votante medio”.



 (*) Reconozco una cierta maldad , poniendo una foto de Aleister Crowley , el mago negro en vez de Sir Winston, pero es que el parecido físico es innegable...pedimos perdón por el desliz/ gazapo.

El de la foto es Aleister  Crowley, no el  alcohólico crónico de Winston.

 Dejando aparcado este tema sobre las peculiaridades de la Democracia y declarándonos claramente “republicanos” (De la República de Platón, por supuesto), proseguimos.

Esta es una característica de Hitler: el dominio absoluto sobre los que le rodean. Y pule y refina su oratoria, sus poses, sus cambios de tono de sus discursos, sus gestos…y convence a hombres y mujeres. Y sobre éstas últimas Hitler ejercía igualmente un efecto magnético.

Él decía siempre la frase de “ich bin mit Deustchland veheiratet” (“estoy casado con Alemania”) y no se permitía fruslerías o flirteos como otros “campechanos” dirigentes hacen (a cargo del erario público, dicho sea de paso).


 Este sentimiento huidizo hacía las mujeres se refleja ya en diversos comentarios de  su colega-mendigo Hannisch que llamaba irónicamente “el casto José (“wie der keusche Josef”). Igualmente hay otra frase de Hannisch bastante esclarecedora de la sexualidad de Hitler.


(“Aber er hatte sehr hehre Ideale über die beziehung zwischen Mann und Frau. Oft sagte er, wenn die Männer nur wollten , konnten sie einen strickt moralischen Lebenswandel führen)”
Traduciendo literalmente: tenía un concepto muy ideal entre las relaciones entre hombre y mujer, y a menudo decía que, si querían los hombres, podrían llevar seguir un cambio de vida moral estricta.

En definitiva, al menos en ésa época no se le conocen a Hitler ningún tipo de relaciones con mujeres.   Describe Kubizek dos episodios interesantes. No dejaba que entraran mujeres a su habitación que ambos compartían. Kubizek daba clases de música y, a veces tenía alumnas, pero su amigo “Adi”, se enfadaba. Describe otro episodio en el que ambos se encuentran a una bella dama, que  les provoca y trata de seducirles, mostrando parte de sus prendas íntimas y que Hitler se sonroja mucho (“Adolf wurde puterrot”) y suelta un comentario despectivo. “So ein Potiphar”. Suponemos que no hace falta traducirlo…

 Este episodio es también recogido por Birgitte Hamann en su página 516.

Hay una frase del propio Hitler en el libro de sus secretaria Schroeder que dice  que : “durante sus años en Viena encontró (“begegnet”) a hermosas mujeres. Auch in meiner Jugend in Wien bin ich vielen schonen Frauen begegnet”  



En la foto de arriba se le ve con traje de gala y con Eva Braun, marcada con una “X” está una de sus secretarias, Schroeder.

Pero creemos que es una frase que si se lee descontextualizada da la impresión de haber tenido una prolífica vida sexual, pero luego los comentarios de Kubizek y Hannisch nos muestran todo lo contrario: lleno de inhibiciones hacia el sexo opuesto, que las idealiza hasta la exacerbación pero que no concreta nunca nada con ninguna. Ni las corteja ni las persigue. Y la fuente de Kubizek es muy fiable según Brigitte Hamann – schätzt Kubizek als einen im Großen und Ganzen glaubwürdigen Zeugen ein und hält den Großteil seiner Aussagen für wahr.

Lógicamente esta figura de un Hitler humano, enamorado y utópico le rechina a muchos “recogedores de basura”, los de la saga ZDF (la “Zweites Deutsches Fernsehen) , la segunda cadena de la televisión Alemana que , incluso a día de hoy, tienen carta blanca para soltar toda la balumba informativa -naturalmente muy negativa- sobre el personaje.

Hitler admiraba a algunas mujeres. Y viceversa. Magda Goebbels estaba loca por él, aunque parece claro que sólo ideológicamente. Un comentario muy sarcástico de Kempka, el chófer de Hitler, cuando declaró durante los Juicios de Nüremberg: “los ovarios de Magda Goebbels sonaban como unas maracas en presencia de Hitler”. A nosotros nos parece una frase muy desafortunada, muy machista y muy descortés hacía el sexo femenino. Y lo dijo Kempka para ganarse las simpatías del Jurado cuando se jugaba ir a la horca en Nüremberg. Pero sí que es claro que Magda Goebbels admiraba profundamente a Hitler. Y a Leni Riefenstahl la admiraba profundamente. Igualmente  hay constancia de que H. besaba tiernamente la mano de Eva Braun en sus interminables sesiones de té nocturno y en la filmografía de la época se le ve juntando los tacones y haciendo besamanos en la terraza del Berghof, nada que ver con el aspecto puerco y desaseado de un Wisnton Churchilll recibiendo completamente desnudo al hijo de Rooselvet, general americano y a muchas de visitas, impregnado en alcohol, saliendo como un jabalí de su bañera Shanks que tenía en su casa y sin pudor alguno, salir en pelota picada moviendo sus morcillonas lorzas de grasa como un  flan de grasa. No hay ni una foto de Hitler en paños menores. Tenía la piel muy blanca y evitaba exponerse a los ojos de nadie, ni a sus más íntimos colaboradores. Sólo hay algunas fotos de los años veinte con los Lederhose bávaros, marcando unas piernas más bien flacuchas y muy blancas
.
Hitler es un platónico admirador de las mujeres: pero no se involucra excesivamente con ellas. Sabe compartimentalizar.No se muestra nada partidario del  matrimonio.



 (para él), pero si que era  bastante “casamentero” (encanta ir a bodas de sus colaboradores, matrimonio si…para los demás).Además era bastante generoso en los regalos y el dinero era ciertamente secundario.  Los cheques eran abultados para sus colaboradores que se casaban. Como dice el chiste: " Ir  vosotros primero, que a mí me da risa...".




Pero él tiene claro que la actividad política le absorbe y que un estadista  no debe casarse. Lo explica:

Esta es la conocida teoría de “Yo estoy casado con Alemania”. Pero eso no indica que  Hitler no fuera sensible a la belleza de las mujeres.Se le ha descrito como mojigato, incapaz de sentir empatía por la Humanidad, beato, sensiblero, introvertido y lleno de prejuicios  misóginos sensiblero, o incapaz de relaccionarse con las mujeres. Naturalmente estas referencias son todas de los últimos años y hay que ponerlas, como todo lo que viene  en los últimos años sin fuentes primarias o en las que no se indica la procedencia de la cita como un ejercicio mas de que “Hitler vende”.

 Pero no es  exactamente verdad. Hitler se sentía atraído por  las mujeres y no era inmune a su belleza.    Hay varias  referencias  acerca de “las hermosas mujeres que conocí en Viena”, o las confesiones a su secretaria  Crhista acerca de  “Emily, hermoso nombre,  mi primera amante se llamaba así”. O cuando “en casa de la señora Bruckmann 





había una mujer muy hermosa que me lanzaba  miradas y a la que  yo saludé inclinándomedome. Y a la que nunca más volvieron a invitar “. Se deduce de  esta frase  que se quedó con ganas de conocerla (esto  lo  recuerda  una noche del 10 de marzo de 1942, en la Guarida del Lobo, en los fríos páramos de la Prusia oriental cerca de Rastemburg). El   propio Hitler  dice  “era muy hermosa, y debí de parecerle interesante, no hubo mas”.

Otra de su amarga queja de que,  cuando una bellísima mujer rubia  se acerca a darle un obsequio mientras está en su Mercedes descapotable en un acto público, pero  nadie tiene la  iniciativa de pedirle sus datos  o su dirección para poder agradecerle el detalle.




 Respecto a la descendencia. H.lo tiene claro y no quiere tener hijos



Pero lo dice con pesar y como un sacrifici que hace por Alemania. Y esto lo dice en su guarida y en unas circunstancias difíciles ( Wolfschanze, fecha:   7 de Abril de 1942). Todavía no han tenido lugar los descalabros de  Stalingrado y Kursk, por lo que la guerra no está  ni de lejos perdida, pero aún así, tiene claro que no va a dejar descendencia. Esa historia de un supuesto hijo, Jean Loret, aparecerá años después. Nunca se pudo confirmar nada ya que en ésa época las técnicas de detrminación de la paternidad no estaban igual de desarrolladas como a día de hoy. Muchos años mas tarde, hasta la`propia ZDF descarta que Jean Lorret fuese hijo de Hitler. En todo caso, lo reflejamos aquí como mera anécdota. Desgraciadamnete los  análisis de DNA no estaban muy avanzadosen los años enque Jean Loret clamaba queera hijo de Hitler.







 Estos comentarios que insertamos  tienen la particularidad de que son originales, textuales, de Hitler. Cansado de que se  malinterpretaran algunas de sus decisiones (y nosotros creemos que  ya elucubraba  con la idea de que  iba a perder la guerra), Hitler  permite  que  sean extractados taquigráficamente por  Heinrich Heim y luego  el Dr- Picker escribia y complementaba lo escuchado  en las conversaciones de sobremesa. Estos apuntes los tomaba el Dr. Picker  contraviniendo una orden de Hitler, pero con la anuencia y el respaldo del verdadero jefe en la sombra de los  asuntos del día a día hitleriano: Martín Bormann.

De facto Bormann  reescribía los mismos, y ya no son los mismos comentarios. Esas redacciones de Bormann ya no son- según  Percy Ernst Schramm, auténticas y se publicaron como  “las Notas de Bormann” y abarcan desde 5 Julio de 1941 hasta 30 Noviembre de 1944. Bormann, ante la ausencia de órdenes escritas  conseguía lo que podríamos denominar “Líneas Directrices del Führer”, para el NSADP. El oficial de inteligencia inglés  Trevor Roper saca tajada de esto y  lo publica en forma de libro en francés (“Le testament du Hitler. Notes recuillies par M. Bormann, año 1960). Ojo al dato, porque estas no son ya las ideas  propias de Hitler, sino unas modificaciones sin miramiento alguno. Borman cribaba los apuntes del jurista Dr.  Picker (dos ejemplares que le hizo entrega). Uno de éstos ejemplares se custodiaba  en el Berghof y el otro en la casa  de Múnich. Uno se destuye  durante la guerra, eld e Munich y el de Bechtegarden se salva. Lo que no Así  se escribe la historia.


 Con tantas modificaciones y transcripciones además se añaden que de todo lo taquigrafiado, mas de 103.000 hojas  se perieron en su mayor pate por su triple trasncripción en limpio y por las órdenes de quemarlo todo. Pueden ser parte de lo que estaba en  el cofre de seguridad que el  colaborador de Hitler, Julius Schaub quemó  uso días antes de  finalizar la guerra, cumpliendo órdenes de Hitler.

Por lo tanto, tendremos que ser muy cautos en extrapolar conclusiones sobre  determinados temas.La manipulación informativa de los “Maestros del Discurso” es solapada, artera y continúa. Y al editor que pretende sacar la verdad adelante…bueno, ya saben lo que le pasa.

 Estas conversaciones u bosquejos de ideas hitlerianas a pie de mesa (Tischgespräch)  se realizan la gran mayoría de ellas (salvo que lo especifiquemos concretamente) en la Wolfschanze cerca de la ciudad de  Rastemburg desde Julio de  1941 hasta  Julio  de 1942. ( en esas fechas el Dr. Pickert es destinado a otro sitio). Creemos  que son  documentos muy defnitorios  del carácter de Hitler y de sus verdaderas  ideas, ya que fueron transcritas en el ámbito informal (dentro de lo que cabe) de las sobremesas y  en las veladas nocturnas a las que tan aficcionado era Hitler.

 La primera edición, de 1951, fue editada   por el Institut für Zeitgeschichte,de Münich, a cargo del Profesor Ritter. Posteriormente, dado la tremenda polémica que hubo, se volvierona  editar, esta vez  perfilñadas por el Dr  Schramm y comparados con el orignal  frase a frase por el Profesor  Walther Mediger y comentado con objetividad  por el Dr. Andreas Hillgruber. Posteriormente salió una edición mexicana de Grijalbo en el año 1965. A pesar de los años transcurridos, sigue habiendo polémica  y discusiones sobre los derechos de publicación.

 Hitler no es inmune a las mujeres y le gustan tanto como a cualquier varón heterosexual. Pero mantiene la compostura y no va zascandilendo detrás de ellas.

 Veamos  varias reflexiones  auténticas (y lo subrayo, porque la fuente es el diario estenografiado del Dr. Pickler)  sobre las mujeres. Mantiene las distancias y convierte en secreto de estado sus relaciones, que evidentemente, las tuvo. Y no sólo con Eva Braun ó (posiblemente) Francesca Loret y (posiblemente) su sobrina, Geli Raubal. Y algunas más, pero sin haberse probado nada de nada. Y desde luego, deja totalmente al margen de su vida política las relaciones, si es que las tuvo. No tiene demasiado tiempo para líos de faldas. Y si las tiene, ya se encarga el partido de que nada trascienda.

 Serrano Súñer habla de su casa “ como la de una vieja solterona”, el cuco Serrano, que mantenía una amante, María Sonsoles de Icaza, la mujer del Marqués de Llanzol, con la que  tuvo una hija ilegítima Carmen Díez de Rivera y Casares; a espaldas del casto y católico Franco. (Pero esa historia no toca ni cabe aquí).

Hay tres mujeres, que se sepa, en la vida de Hitler: Geli Raubal, Eva Braun, Unity Mitford y una supuestamente amante Francesa de la que algunos pseudohistoriadores  del género fantasioso tipo Maser, dicen que tuvo un hijo, Jean Loret.

Creemos que la relación, muchos años más tarde, con su sobrina Geli Raubal, más que  sexual, es de dominancia e imposición de la voluntad del tío sobre la sobrina. Casi nos inclinamos a pensar que las relaciones sexuales, si las hubiera habido, posiblemente no, serán un fin en sí mismo con H. Por el contrario, lo que creemos más probables es que Hitler impone a su sobrina una severa vida sin aire y sin espacio vital. Le impide un romance con su chófer Emil Maurice, al que le reprime su actitud y obliga a su sobrina a hacer su voluntad. Ella, en lo que psiquiátricamente se llama “suicidio en cortocircuito”, se quita la vida de forma repentina en Septiembre de 1931, como forma de “castigar” el mal comportamiento de su tío; dejando a Hitler absolutamente abatido y melancólico. Incluso su círculo íntimo de amigos temen por su vida y es cuando el semi proxeneta de su fotógrafo Hoffman (que no era precisamente un modelo de virtud, puesto que había sido tratado por el profesor Morell de una enfermedad venérea), le presenta a la que luego sería su amante: Eva Braun, un ser  leal como un perrito, una mujer con escasa actividad bioeléctrica en su cerebro pero que es la compañera fiel. Hasta la muerte.

Curioso que la dominación de Hitler sobre las mujeres fuese tan devastadora: tres de ellas se suicidaron o cometieron intentos de suicidio. Geli Raubal, en 1931, la propia Eva Braun (intento fallido) y Unity Mitford (intento fallido, en 1939). Unity se pegó un tiro en el Englische Garden de Múnich el día que Inglaterra declaró la guerra a Alemania. La guapísima Unity, una rubia impresionante, no pudo soportar la posibilidad real de que Inglaterra y Alemania entrasen en guerra.




 Diríamos más. Hitler admiraba a las mujeres;  hay constancia de que besaba tiernamente la mano de Eva Braun en sus interminables sesiones nocturnas. Y esto está reflejado por los diarios de sus secretarias y no hay que ser un devoto espectador con las neuronas alteradas de tanto visualizar el mendaz “History Channel” para recordar todo el metraje existente en el que se ve a Hitler  juntando los tacones y haciendo besamanos en la terraza del Berghof, nada que ver con el aspecto puerco y desaseado de un Winston Churchill recibiendo completamente desnudo a sus visitas, impregnado en alcohol y moviendo sus morcillonas lorzas de grasa como un  flan de grasa. Hitler es un platónico admirador de las mujeres: Verbigracia la amada Stephanie, que ni se entera del etéreo amor del futuro canciller de Alemania…pero Hitler tienen una conducta evitante y desapasionada. Compartimentaliza sus emociones. Y no se le conocen romances como al bueno de Einstein, al que se nos presenta siempre como un alegre y locuelo  científico,




pero no se dice que dejó embarazada a su novia, que dio en adopción a su hija , que pasó totalmente de educarla o amarla y a la que nunca más volvió a ver. Todo un padrazo, el bueno de Eistein. Y luego tuvo cerca de diez amantes conocidas. Todo depende en ésta puerca vida de que tengas un buen publicista. Al judío Einsteín (dicho sea sin ánimo de ofender, sencillamente era de ésa religión), se le encumbra como un ser simpaticote y pacifista que, al igual que Hitler, huye de su país, (Alemania, había nacido en Ulm), para no hacer el servicio militar.

 Pues exactamente igual que Hitler, que huye del decadente Imperio Austro Húngaro para no ser llamado a filas y se larga en 1913 a Múnich. Y tiene problemas con la Justicia Militar, que quiere enrrolarle como recluta. (Si, luego se enrrola el voluntariamente en el Ejército del Káiser).

Volviendo a nuestro hilo conceptual de Hitler y el  bello sexo. Hitler  permanece inhibido y distante. En Viena nos e le conoce ninguna relación. Se sonroja cuando alguna mujer como “Milli” (Emilie Häuser) le habla. Y mira al suelo, abochornado (“Er würde putzenrot”) . Milli es la hermana de su compañero Rudolf Häuser y es tres años más joven que él, y con 17 años Hitler sólo balbucea incoherencias y mira al suelo, más tímido que Cavendish, el físico. Hitler mantiene las distancias .Respeta a las mujeres, pero no se involucra con ellas.






Creemos que la relación, muchos años más tarde, con su sobrina Geli Raubal, más que  sexual, es de dominancia e imposición de la voluntad del tío sobre la sobrina. Casi nos inclinamos a pensar que las relaciones sexuales, si las hubiera habido, posiblemente no, serán un aspecto tangencial. Hitler le impone a su sobrina una severa vida, impidiéndole un romance con su chófer Emil Maurice, al que le reprime su actitud y le impide a su sobrina hacer su voluntad y ella, en lo que psiquiátricamente se llama “suicidio en cortocircuito”, se quita la vida de forma repentina en Septiembre de 1931 dejando a Hitler absolutamente abatido y melancólico. Incluso su círculo íntimo de amigos temen por su vida y es cuando el semi proxeneta de su fotógrafo Hoffman (que no era precisamente un modelo de virtud, puesto que había sido tratado por el profesor Morell de una enfermedad venérea), le presenta a la que luego sería su amante Eva Braun, un ser  leal como un perrito, una mujer con escasa actividad bioeléctrica en su cerebro que es la compañera fiel. Curioso que la dominación de Hitler sobre las mujeres fuese tan devastadora: tres de ellas se suicidaron o cometieron intentos de suicidio.

 Geli Raubal, en 1931, la propia Eva Braun (intento fallido) y Unity Mitford (en 1939), 






que se pegó un tiro en el Englische Garden de Múnich el día que Inglaterra declaró al guerra a Alemania; la guapísima Unity, una belleza trigueña de talle enjuto y bellísimos rasgos. quedó en coma profundo . Está confirmado que Hitler le envió los mejores médicos y le enviaba rosas al hospital, e incluso se logró su traslado a Inglaterra en plena Guerra Mundial, pero Unity Mitford, una de cuyas hermanas estaba casada con el  líder fascista británico  Mosley (el mismo personaje del cual Degrelle dice que mucho fascista de boquilla, pero que comía en vajilla de oro: así también me hago yo del gremio). La cruda realidad es que la bella Unity nunca salió de su estado vegetativo.

 Resumiendo: Hitler mantuvo una actitud entre displicente e inhibida ante las mujeres. Sabemos por Morell que sí que tuvo relaciones con Eva Braun, pero lo llevaban con mucha discreción e incluso dormían en camas separadas. Pero esa relación, que algunas secretarias como Schroeder dicen en su libro que “no era sexual, sólo platónica” es rebatida socarronamente por Morell. Y cuando le preguntan a Morell, está enfermo del corazón y preso en un campo de Interrogatorios de los norteamericanos, del cual no saldría vivo. No está en la situación vital de ocultar nada, pues ya lo tiene todo perdido, por lo que su testimonio a nosotros nos parece bastante fiable.

 Volviendo a lo que realmente importa. El morbo que se crea sobre Hitler es artificialmente alimentado por los historiadores huele braguetas a sueldo. No fue un  play boy, no tuvo amantes pagadas con cargo a los impulsos de sus ciudadanos. Se centró en cuestiones puramente políticas, si, de discutibles de ideas expansionistas pangermánicas, pero no fue un putero, como otros. Nunca se dejó influenciar por ninguna. León Degrelle cuenta en su libro “Diario de un fascista”, como un día la bellísima rubia Sigrid Von Weldseck, se le ofreció como si él fuese un sátrapa oriental en la propia Cancillería. Hitler, que de Sardanápalo tenía poco, con mucha sencillez y sin alterarse, le pidió que se vistiera y la envió a su casa. La anécdota puede ser cierta o no, dependerá de Vd., inteligente amigo lector, pero el autor de la misma (Degrelle) no es precisamente ningún fantasma, así que nosotros le damos crédito a la historia.


 El famoso sambenito de un Hitler neurosifilítico que comete barbaridades y se come las alfombras (“Teppischfresser”), que no es más que una mala traducción, un equivalente a “subirse por las paredes” (castellano)  o “comerse el sombrero “(galo); en definitiva que pilla unos cabreos del 15 no se sostiene, al menos en la base neurofisiológica de que estuviese infectado por el bacilo de Schaudin, el Treponema pallidum, agente etiológico de la lúes. Los enfados morrocotudos de Hitler,que están adecuadamente documentados y que son verdad histórica, (que le pregunten a Guderian) , venían posiblemente de que estaba semi intoxicado a partir de 1944 con las famosa píldoras anti gas a base de estricnina y atropina, pero no por una enfermedad sifilítica. La atropina produce excitación del sistema nervioso central. Y el famoso personaje del “sombrerero loco” de Alicia en el país de las maravillas en un guiño capcioso de Lewiss Carrol a las intoxicaciones de los sombrereros o trabajadores que usaban sales de mercurio, en forma de valencia +2 , o sea, las sales mercuriosas, que dan unas especiales características de excitación, nerviosismo, temblor ( “temblar como un azogado; azogue= otro nombre para el mercurio).

 Esta leyenda negra, que afecta a la esfera de intimidad de un personaje sería un tema más que debatible. Pero hay unas pruebas que se le realizan en 1940 y Hitler da negativo las pruebas treponémicas, con lo cual podríamos descartar la enfermedad, puesto que una prueba treponémica, una vez que se positiviza, queda positiva durante TODA LA VIDA (diferente sería si hablásemos de otras pruebas tipo VDRL, que son no treponémicas y cuyo título varía según el tiempo y el tratamiento de la enfermedad).Por lo tanto el test de 1940 en el que Hitler da negativo a Lúes no significa nada. Podría haber tenido la infección, ser adecuadamente tratado y su título de VDRL (no treponémico), haber descendido a cero. Nos quedamos sin saber la Verdad Histórica.


Aquí entramos en el terreno de la especulación pura y dura y, al menos en los tiempos que corren, ni las venéreas, ni la homosexualidad son ahora el tabú brutal que eran en la década de los años cuarenta. Es en 1947 cuando aparece el libro de Greiner “Das Ende Mythos Hitler” y es a partir de entonces cuando él y Konrad Heiden, un periodista judío que emigró a  EEUU, disparan los rumores y maledicencias sobre la sífilis de Hitler.
 Setenta años después, el Institut für Zeitgesichte de Múnich (que ya sabemos que tendencias tiene y como está dominado políticamente por quién), sigue pontificando el dogma oficial y, éste mismo año de 2017 hace un ciclo de conferencias subiendo a los altares a Konrad Heiden, un periodista anti nazi que escribió muchos libros (si, en la seguridad de su exilio americano).


En cuanto a la homosexualidad…es casi ridículo hablar del tema en los años en que vivimos. Hoy día hasta la American Psychiatric Assotiation no considera a la homosexualidad egosintónica como una patología, salvo que el individuo no la acepte y no la tolere y se vuelva egodistónico. En los tiempos en los que nos ha tocado vivir, con el poderoso lobby LGTB, es de risa acusar a Hitler de homosexual. Por ejemplo, nadie duda que el coloso Rhodes, el genio de la liberación del Estado de Sudáfrica tuviera unas tendencias homosexuales claramente establecidas, y nadie pone hoy día su valía y su incuestionable obra realizada.

 Siguiendo el mismo tono argumental, Leonardo  da Vinci, era Homosexual. Como lo era el escritor de Ciencia Ficción  Arthur C. Clarck que escribió 2001, una odisea en el espacio. O Alejandro Magno, que tenía a su amigo Hefestión. O Aquiles y Patroclo. Y la lista, hoy día sería interminable.

Sobre Hitler, lo que impera es fundamentalmente, el morbo. Y aunque  no lo fue, también, lógicamente, se le acusó de homosexual. Por citar sólo un caso, con Ersnt Schmidt.  Creemos que se refieren a un asrónomo suizo que, al parecer, hizo una predicción de que entre el 8 y el 10 de Noviembre de 1939 iba a haber un atentado contra su vida. No vamos a perder más tiempo con el tema: no hay una sola evidencia de ello, tan sólo los  estómagos agradecidos que escriben después de su caída. Tampoco era homófobo, la muerte de Röhm (un conocido homosexual) y el jefe de las SA (Sturm Abteilung) no tienen nada que ver con la homofobia: es una lucha salvaje por el poder dentro del Partido Nazi. Y ésa noche del 30 de junio de 1934 (la Noche de los Cuchillos Largos), más de 200 opositores son asesinados (no hay cifras exactas). Entre ellos Röhm, a quien se saca de su hotelito donde estaba rodeado de efebos, se le viste, se le lleva a Múnich y allí lo ejecutan fríamente. Como decía Stalin: la muerte de un hombre es una tragedia. La muerte de un millón de personas, una estadística.

A nosotros nos interesa el personaje en sí, y para ello, cuando buceamos en los aspectos más recónditos del alma humana, hay que llevar mucho cuidado de que fuentes bebemos. Un Hitler homosexual o mujeriego es altamente improbable.
Existe un complejo informe psicológico elaborado por la Universidad de Cornell en 1942, cuando los servicios secretos norteamericanos tenían un lógico interés en saber de qué pie cojeaba –si es que cojeaba de alguno o de los dos- el entonces Dictador de la Alemania nazi.

 En dicho informe queda claro que no es ni homosexual ni que su conducta sea especialmente relevante en temas de tipo sexual. Dicho informe está hoy día al alcance de cualquiera, pero aun así, nos quedaríamos fuera de juego si no tuviésemos en cuenta de donde extraemos la información y de qué año es la citada fuente.




No hay duda ninguna que a Hitler le gustaban, como a cualquie heterosexual , las mujeres, pero desde luego, no de una forma que antepusiera sus “obligaciones” para con Alemania.

 Recapitulando , y en resumidas cuentas:
Los testimonios que nosotros tenemos en más alta consideración son los de su amigo de la infancia: Kubizek. Una vez mas, nos fiamos de ésta fuente. ¿Por qué? Pues porque convivió desde 1904 hasta 1908 de una forma muy próxima, con él. E incluso compartieron habitación con la jorobada señora frau Zaukreys, que les alquilaba un cuartucho, el número 17 en la Stumpergassse 31 de Viena.

 Kubizek deja muy claro que el joven Hitler era una persona extraordinariamente intimista y en absoluto dado o proclive a tener inclinaciones sexuales ni con hombres, ni con mujeres.
 Es justamente todo lo contrario: serio, introvertido e incluso inhibido. Le gusta Viena, pero no los vieneses. ( “Er liebte Wie, aber nicht die Wiener”)

 Nos cuenta una relacción platónica con una señorta de Linz, Stepahie. Esta relacción, según Kubizek nunca pasó de ser meramente platónica, idealizada en su espacio vivencial interno, pero nunca se dirigió a ella para demostarle su afecto o su amor.






Nos cuenta como, en la primavera de 1905 iban los dos paseando cuando re repente ver a una chica alta y espigada , cabellos rubio trigueña que pasea junto a su madre. Adolfo le coge la mano a su amigo y le dice “Lo tienes que saber. Me acabo de enamorar”. ( “ ich liebe sie nämlich”) La foto que tenemos de Stephanie es del fotógrafo hans Zivny, y está tomada en la localidad natal de la chica: Urfahr ( en los alrededores de Linz). Este testimonio lo da como cierto un autor tan poco adicto a la hagiografía del Führer como Trevor R Ropes.

One evening in the spring of 1905, as we were taking our usual stroll, Adolf gripped my arm and
asked me excitedly what I thought of that slim blonde girl walking along the Landstrasse arm-inarm
with her mother. "You must know, I'm in love with her," he added resolutely.

 Lo máximo a los que llegó Hitler fue a comentarios candorosos y re buscados con su amigo,( referencias tangenciales en una de sus postales) y a hacerse el encontradizo con dicha chica, que va acompañada de su madre. La esperan a las cinco de la tarde a que regrese de su paseo , en Schmiedtoreck. Es inaporpiado saludarla ( “es wáre ungehörig gewesen, Stefanie zu grüssen “). Porque no les han presentado (“Nachdem weder Adolf noch ich dem jungen Mädchen vorgestellt waren”)
Lógicamente, la chica no le hace ni caso.

A la tal Stefanie no le faltaban admiradores de todo tipo. Kubizek recuerda que la chica tenía multitud de admiradores, la mayoría de ellos jóvenes tenientes, con los que Hitler, pñalido y pobre, nada tenía que hacer , frente a los vistosos uniformes.Hitler se enfada, como no, y les llama a éstos pretendientes “vanas cabezas huecas” ( “Eilte Hohlköpfe”). Estefanie se casará con un oficial efectivamente de forma rápida, en 1908, meintras Hitler sigue obsesionado con ella y mitificándola en las öperas de Wagner. Estefanie será la Elsa de la wagneriana ópera Lohengrin interpretada por la soprano Lucie Weidt
( “Gegen diese jungen Leutnants in ihrer schmucken Uniform kamen ärmliche , blasse jungen Mánner, wie Adolf einer war, natürlich nicht auf”).

 
La soprano Lucia Weidt (Figura arriba).

 Nunca hubo nada real entre Hitler y Stepahie. L a chica se casó a finales de 1908 con uno de los tenientes que la cortejaba, Hitler ni se enteró porque ya estaba fuera de Linz y solo años más tarde, la tal Stephanie se quedó de piedra al saber que el canciller de Alemania le había echado el ojo de jovencita.
A lo máximo que llegó Hitler fue a enviarle una carta, sin firma, en 1908 en términos tan etéreos y poco concretos, que ni siquiera ella lo recuerda. Este hecho es citado por Kubizek, en su libro. Todo lo demás son elucubracione s y ensoñamientos sin ningúna base real.

Este Hitler romántico y absolutamente inhibido en sus deseos no les viene bien a los historiadores carroñeros habituales. Ian Kershaw ni tan siquera cita a Stepahie en su Biografía, pese a que las referencias que sobre ella hace Kubizek son muy abundantes.
Luego dice Ian Kershw que Hitler es “impenetrable”…



 ¿Impenetrable? Es uno de los personajes históricos sobre el que más se ha escrito. Existen más de 80 biografías ( y nos quedaremos cortos, sin duda). Ahora sólo falta saber extraer la informaciónde forma honesta y “unbiased”, sin adornarlo con las creencias de cada uno, sino ciñéndose a los hechos. Kershaw es uno de las mayores manipuladores, y sus apoyos son bien conocidos.

 ¿ Impenetrable? . Claro, especialmente si no quieres estudiar lo que no te gusta de él, que sea un platónico enamorado…

 Sí que nos parecen muchísimo más  importantes y relevantes  los comentarios del General  Jodl , pocos días antes de ser ejecutado. “¿Puedo decir  que conozco a éste hombre  al lao del cual pasé tantos años  una existencia tan rica  en espinas y renunciaciones?




En parecidos términos se expresa el ex vendedor de champagne Von Ribbentrop. Un  personaje al que la Historia  hadejado en bastante mal lugar. Especialmente cuando el día 2 de Septiembre de 1939 se quedan pálidos los dos, Ribbentrop y Hitler ante la declaración de Guerra de Inglaterra, que  ciertamente, o esperaban.Pero trasciende de las expectativas de éste libro  enfocar tan espinoso asunto.Al fin y al cabo la Segunda Guerra empieza para defender  la independencia de Polonia. Y cuando el 17 de Septiembre de 1939 Stalin, el dictador georgiano invade por el  Este , nadie dice nada.Y al  final de la Guerra, pues ya sabemos el infausto destino que , durante 40 años, sufrió Polonia bajo la soberanía soviética. ¿Era la Libertad de Polonia por lo que empezó la Guerra Mundial no?
Pero nosotros no  vamos a entrar en otras fechorías posteriores, nos estamos centrando en los aspectos “juveniles” del personaje cuando era un Don Nadie en la Viena de 1907, ojo.

 Retomando el hilo conceptual. No interesa un Hitler en la estela de Keats o Espronceda. No interesa que de su biblioteca privada apenas hay indexados 1200 libros, el resto ( casi 15.000 estarán en alguna colección privada rusa, norteamericana o estonia),   y  conviene olvidarlos. Es más fácil decir que “era un hombre que quemaba libros” ( falso Hitler no quemó ninguno de sus libros, quemó los de los demás; fue el 10 de mayo de 1933, uno de los peores errores políticos de Goebbels). No se hizo mas. Por el contrario conviene evitar decir que investigadores serios como Timothy Ryback demuestran que Hitler no sólo se leía los libros, sino que los subrayaba y hacía anotaciones al margen cuando una idea le gustaba ( si, de acuerdo, si no legustaba, echarse a temblar el despertar su furia). De ahí que , en 1947 Greznier publica en su libro que Hitler odiaba a las mujeres porque se había contagiado de la lúes con una puta. No da ninguna prueba, tan sólo lo indica en su libro. Greiner no tiene ninguna credibilidad. Ni B. Hammann, ni Joachimthaler, ni siquiera  Joachin Fest le dan ningun crédito. Greiner se caracterizó por ser dual y mendaz. Cuando Hitler estaba en la cima de su poder escribió un opúsculo, un librito hagiógrafo glorificándole ( le llamaba incluso Meísas) , pero después de la Guerra y el suicidio, intentó “hacer caja” con otro libro en el que decía cosas como la ya citada sífilis, que Hitelr daba psteles envenenados a los niños, que en realidad no había muerto en el Bünker, sino que incluso había escapado en un avión ó , otro dislate, que Hitler había “violado y maltratado” ( “vergewaltigen und mishandeln”) a uno de sus modelos . Una mentira clara: Hitler pintaba paisajes , no hay constancia que hiciese retratos y menos a hombres desnudos.Esto se relata en el opúsculo “ El Fin de Hitler”, que intentó vender infructuosamente al rebufo de la derrota de Hitler. Incluso llegó a ofrecer un ejemplar a Stalin.

 Hoy día ningún historiador le da crédito a sus ponzoñas, pero en el libro de Albert Zöller escrito en francés en 1949 sí que recoge, sin confirmar, algunas de éstas “anécdotas”.

 Un día estaba regresando de –como no-la Ópera por el paseo ( Trevor Roper, parece mentira, da la mala traducción de “promenade”, cuando en realidad son los jardines que hay al lado de la öpera,y su palabra concisa es “Stehpaterre”). Están allí los dos en el interludio de una de las obras, kubizek no recuerda cuál, y se le acerca un encargado, que le tira suavemente de la manga a Adolf y le da una nota. Adolfo la lee, le da amablemente las gracias al ujier y sólo le dice a Gustl, “otra mas”. ( “wieder eine”).Mira con una mirada medio bromista a su amigo y  Rechaza a la chica que le ofrece sus servicios y le pregunta a Kubizek si quiere él la cita, a lo que Kubizek le dice: Es tu asunto, no el mío. Y no quiero que la señora se quede desencantada.
"It's your affair, not mine," I replied, a bitsharply, "and anyhow I wouldn't like the lady to be disappointed."

Kubizek sí que es una fuente mucho más fiable, básicamente porque  nos cuenta la vida de dos adolescentes y la llamativa sinceridad de su relato  es bastante estable y congruente. El prio Hitler se define como (“sonderling”) El libro lo escribe en 1956, apenas tres años de su muerta. Ya le han castigado lo suficiente y poco tiene ya que perder. Nos cuenta varios episodios que nos dan una idea mucho más real y concreta de la actitud de su amigo “Adi” frente a la prostitución, diferentes anécdotas con las mujeres. Tomando a Trevor Reepes lo resummos diciendo:
Each time when it had to do with members of the fair sex, it was "his affair, not mine," no matter
to what class the woman in question might belong. Even in the street my friend was shown
preference. When, at night, we came home from the Opera or the Burg Theatre, now and again
one of the streetwalkers would approach us, in spite of our poor appearance, and ask us to come
home with her. But here again it was only Adolf who got the invitation.

Kubizek nos da a entender que rechaza su amigo la invitación, pero que siempre, cuando iban los dos juntos pro la calle, las mujeres se dirigían a Adolfo, no a él.
 En una ocasión, buscando alquiler, les salió a recibir una mujer que , hablando en términos claros, se le ofreció claramente a Hitler y que dejó mostrar algo de sus ropa ineror, de una manera alegremente descuidada. Kubizek recuerda que Hitler se volvió “completamente colorado” (“ Adolf wurde putzenrot”) y cómo los dos salieron a escape de ésa situación.
La frase que creemos que mejor define la sexualidad, o mejor dicho, la aséptica asexualidad de Hitler es una frase que -una vez mas Kubizek- nos relata en su libro, en conccreto en el capítulo 21. La Llama de la Vida.( “Flamme des Lebens”).Que sería la fórmula mágica o el símbolo del amor sagrado que se despierta entre un hombre y una mujer que me mantienen puros tanto en cuerpo como en alma.
“Whenever the questions of love, marriage or sex relations
were raised, this magic formula would crop up. To keep the Flame of Life pure and unsullied
would be the most important task of that Ideal State with which my friend occupied himself in his
lonely hours (…)The Flame of Life was the symbol of sacred love which is awakened
between man and woman who have kept themselves pure in body and soul and are worthy of a
union which would produce healthy children for the nation”.

 Refiere igualemente Kubizek en la página 266 un encuentro, en la esquina de una calle ( “An der Ecke Mariahilferstrasse-Neubaugasse sprach uns eines Abends ein gut geklaideter, sehr bürgerlich aussehender Mann”). Es un individuo muy amable, un comerciante de Vöcklabruck bien vestido y trajeado que les pregunta acerca de su vida (“fragte nach unseren Lebensverhältnissen”). Y que luego les invita, a tomar viandas y les da una carta de visita. Refiere que no le gustan las mujeres, porque son unas arpías que le sacan el dinero ( “ Frauenbekanntschaften ablehne, da sie nur auf Gelderwerb ausgerichten seien”). Y que les deja su tarjeta y que luego Hitler le explica a su amigo “Gustl” si le ha caído bien. Si le ha parecido simpático, etc. “Desde luego” , dice Kubizek, una persona muy agradable.
 Und sonst? , fragte Adolf mit einem für mich s rätselhaften Ausdruck”), con una expresion de media sonrisa.
Luego le explica Hitler que ese señor es Homosexual, con naturalidad y sin darle mas relevancia.
 (“Es handelt sich um einen Homosexuellen” , erklärte Adolf sachlich”).
 Igualemente son muy elocuentes las palabras de Hitler acerca de la Masturbación. 

Literalmente Kubizek dice.
dass er auch die Jugendlichen häufige Selbsbefriedigung ablehnte “).

 Hitler rechazaba la masturbación. Mas claro, agua.

 Hitler, al menos en ésa época tenía una tremenda adversión por la sexualidad , ni tan siquiera luego cuando fue canciller de Alemania permitía que le viesen en paños menores.  Para los tiempos que corren, era un bicho raro. Puede que sí. Pero desde luego, en 1908 era una actitud muy casta y poco comentada por los historiadores que le vapulean desde todos los aspectos. Hitler no era un cerdo perverso empapado en alcohol, como Churchill, que recibía desnudo al General Rooselvet ( el hijo de FDR) algunas de sus visitas con sus temblequeantes carnes , sin dignidad ni respeto ni tan siquiera a sí mismo. Churchilll tenía en su casa de campo una bañera Shanks, en la cual entraba y salía sin pudor alguno delante de sus becarios, en pelota picada y dictando sus libros, ante la mirada cortada y ruborizada de sus seis becarios.Sólo la escena me hace vomitar.

 Nos olvidamos de pequeños detalles como éste. Hitler es un monologuista nato. Y Kubizek es simplemente un paciente receptor de todos los discursos que le suelta su amigo. Pero Hitler sí que tiene unos ideales, sí que quiere cambiar los aspectos injustos de ésa Viena de inico s del Siglo XX. Habla Hitler de la “ Llama Sagrada” ( “The Flamme of Life”; “Das Lebens des Volkes”). Hasta un afamado archi enemigo de Hitler, Trevor Roper acepta displicentemente que Hitler tenía unos sólidos principios morales acerca de la sexualidad, de la Pureza y era archienemigo de la masturbación.

It seemed to me quite natural that Adolf should turn with disgust and repugnance from these and
other sexual aberrations of the big city, that he refrained from masturbation which was commonly
indulged in by youths, and that in all matters of sex he obeyed those strict rules that he laid down
for himself and for the future state.

 Kubizek habla de que al principio no sabía exactamente a qué se refería Hitler con ése concepto de “ The Flamme of Life” , pero le dedica todo un capítulo de su libro, el 21. Su amigo habla de la sexualidad y de la pureza, de “ferne Geliebte” Y finalmente entiende que “Die Flamme des Lebens” sale a relucir cuando habla del Amor -si, Hitler hablando del Amor- (“der Liebe, Der Ehe, geschlechtiche Probleme berührt wurden”).

Finalemente un personaje pasivo , todo oídos , como era Kubizek, tiene su principal mérito  el aguantar estoicamente, a veces casi cerrándosele los ojos de cansancio, el escuchar cuando su amigo encadenaba una diatriba detrás de otra, un apasionado y encendido discurso detrás de otro, especialmente en las horas nocturnas.

Y finalmente Kubizek, de forma desapasionada pero muy creíble, nos cuenta en su capítulo 21 lo que en definitiva lo que finalmente entiende como concepto de “Flamme des Lebens”. Traducción: es básicamente el respeto, el honor el símbolo del verdadero Amor entre los hombres. En espíritu y en cuerpo.  (“Die Flamme des lebens war das Symbol der Hehren Liebe, die zwischen Menschen erwacht, die sich Körper und Geist rein enhalten haben und einer Vereinigung würdig sein”).

Este Hitler apasionado que  todavía recuerda a Stephanie no es rentable para los historiadores que  quieren desacreditarle y  mantenerlo como el mayor Villano de toda la Humanidad. No conviene  representarle como un indivíduo que todavía en Viena se acuerda de ésa chica Stephanie y de la que hablan en clave, por venerarla de forma apasionada ( la llaman en clave “Benkieser”.)

,Adolf gave me a code word for Stefanie before he
left. It was Benkieser, the name of a former classmate. A picture postcard which he sent me on
May 8 from Vienna shows how much this "Benkieser" was still on his mind in spite of his many
new and varied impressions in Vienna. "I am longing to return to my beloved Linz and Urfahr," it
reads. The word Urfahr is underlined, alluding, of course, to Stefanie, who lived there. "I have to
see Benkieser again. I wonder what he's doing."

Unas semanas más tarde, vuelven a Linz, su amigo Gust acude a recibirle, saluda a su madre y van a esperar a que Stepahanie y su madre regresen de su paseo habitual y  Hitler “se hace el encontradizo” de nuevo con Estefanie en Urfahrt. Ella le sonríe al verle y para el enamoradizo Adolf, es suficiente para confirmar su amor. Y sin decirse una palabra. Nuestro personaje, que habla por los codos delante de sua migo, se queda callado e incapaz de expresar ninguno de los nobles -suponemos- sentimientos que le embargan. Kubizek le anima a que hable con ella. “ está esperando que le hables”, le dice . Pero Hitler, que es un  incansable orador en su sucio cuartucho de casa, se queda inhibido y sin decir palabra, tan sólo musita a a su amigo : “le hablaré mañana”.

A few weeks later Adolf returned from Vienna and I met him at the station. I still remember how
we took turns carrying his bag and he urged me to tell him all about Stefanie, at once. We were in
a hurry because the evening stroll would begin in an hour's time. Adolf would not believe that
Stefanie had not asked after him, for he took it for granted that she was longing for him just as
much as he was for her. But at heart he was glad that I had not had the opportunity to tell
Stefanie about his grandiose plans for the future, as his prospects at the moment were not very
bright. We hardly stopped in the Humboldtstrasse to greet his mother before we hurried off to the
Schmiedtoreck. Full of excitement, Adolf waited. Punctually Stefanie and her mother appeared.
She threw him a surprised glance. That was sufficient -- he did not want more. But I became
impatient. "You can see that she wants you to talk to her," I said to my friend. "Tomorrow," he
answered.

Por supuesto, como ése enamoramiento es sólo en el espacio vivencial interno de Hitler y no ha intercambiado ni una sola palabra , salvo hacer ojitos, con su enamorada, ése “mañana” nunca llega y ella se casará pronto con uno de los  tenientes que revolutean alrededor de ella, como las polillas  alrededor de una lámpara y todo quedará en enamoramiento platónico.

 Aparece bastantes veces en el relato de Kubizek  la expresión Ferne geliebte dicha por Hitler. Traducido sería algo así como “ la amada distante”. Dicho por Rilke o Heine, seguro que la expresión causa cariño y ternura, pero como la dice Hitler, pues se oculta y se lanza al insondable olvido.

 Hitler amaba la belleza, y citamos textualmente  sus reflexiones tomadas a taquígrafo: “parto de  que lo que un niño necesita es que le eduquen en la belleza, hoy lo rellenan de saber”
(ver foto abajo).






 Hoy día cierto es que no se queman libros públicamente, como hicieron los nazis ( de forma aislada, en Mayo de 1933) Goebbels reconociería más tarde eso como un tremendo eror político: la quema del “Arte degenerado”.

 Hoy día  también  hay una intensa batalla espiritual: no se  realizan obras de arte con figura humana. El Hombre como imagen de Dios, su creador. Hoy loq ue predomina es el arte bizarro, abstracto. Gigantescos mazacotes de acero, de formas no antropomórficas. Se busca desvincular al Hombre con su Creador. Y si no se han destruido las obras de, por ejemplo, Juan de ävalos en el valle de lso Caídos, es porque aún no ha madurado la idea. Al tiempo.

Un capítulo muy discutido ,incluso entre  seguidores y detractores  de Hitler es  si tenía Humanismo Cristiano.



Es cuestión harto complicada.

 Hitler está ciertamente muy influenciado por la obra de  filósofos como Niestzche, pero  sí que deja claro que cree en la presencia de “un ser superior”. Lo llama “ la providencia” y hace referencia a ella  en varias ocasioens cuandoe scapa por 9 minutos al atentado de la Bürgerbraukeller ( el del relojero suizo Eller) ó al asesino francés de  bechtergarden ó al del 20 de Julio del 1944. Ya es mucho más discutible si se refiere específicamente  a Dios. Pero si que habla de “tiene que haber una fuerza creadora”. Hitler NO es ateo, ya que dice textualmente “ Quien cree en algo falso  está, sin embargo, por encima del que  no cree absolutamente en nada”.















 En el Espacio viviencial Interno de Hitler no hay lugar a las supercherías y a la deshonestidad moral.  Mientras sus compañeros de regimiento se iban de burdeles, durante la   Gran Guerra, el se queda al margen. Y adopta aun perrio, realiza bocetos de amigos y a la menor oportunidad, en cuanto  puede vuelve a pedir que le manden al Frente. El se siente cómodo dentro de la disciplina del Ejército.

 Esta  totalmente en contra de cualquier tipo de “treguas de navidad” y nada de contemporizar con el enemigo, por ejemplo. Es soldado a timepo completo y no tiene el menor inetrés en mandar nada. No pasa del empleo de “Gefreiter”( cabo). Pero consigue la EK ( Eisen Kreutz, Cruz de Hierro) en dos ocasiones. Una de ellas , la de Primera clase, cosa extraordinariamente inusual en un suboficial.

 Es herido en  un par de ocasiones, pero en cuanto puede no se escaquea de sus obligaciones yes de los que no alargan cómodamente los períodos de inactividad  en retaguardia , sino que  pide reincorporarse  a la batalla a la mayor brevedad posible.
Durante  la Segunda Guerra Mundial  siempre predicó con el ejemplo de una vida muy austera y espartana.

Durante toda la guerra se niega a darse un respiro. No ve ni teatro, ni cine, ni se permite ningúna diversión. Opinaba igualmente que  “no podía alegrarse con ninguna película recreativa mientras   en el frente hubiera soldados que tenían que renunciar a ése bien cultural” ; y sólo se iba a la cama  “ cuando el último avión enemigo había abandonado territorio alemán después de sus ataques”.

Por el contrario , Churchill, cuando le dicen que han localizado a Hess, y que viene en sond  epaz, que hay la posibilidad de acabar con la Guerra, pues  dice la famosa frase “ Sea Hess o no, yo me voy a ver una película de los hermanos Marx”. De lo que se desprende  que no debería  tener mucho interés en acabar la guerra, ciertamente.
Era una persona que frecuentemente visitaba  el Frente  y que, durante sus paseos  entre las 9 y las 10 de la mañaan  “cada uno de nosotros, incluso el último soldado raso, tenía derecho a habalrle  de sus apuros personales” ( pag  150, Percy Scmidt).

Las reflexiones sobre el espíritu de lucha y el amor incondicional están reflejadas  en los famosos   apuntes  recogidos por Heinrich Heim,  desarrollados por  el Dr. Pickert y posteriormente troceados y sometidos a una  dura querella litigante entre el citado Dr.. Pickert, y el ciudadano suizo Genaud. Dejando al margen los litigios  legales, podemos considerar a éstos apuntes ( mejor dicho: a  la yuxtaposiciónde los apuntes en alemán del Dr. Pickert con la edición en franc´ñes de Genaud) como una fuente  fible del pensamiento hitleriano. Hasta tal puntoq ue luego Martin Bormman, ante la  ausencia de órdenes escritas ( odas las órdenes y reflexones eran verbales, o disertaciones  a las que tan  aficionado era  Hitler, saltando   (fuga de ideas) de un tema a otro sin orden ni concierto, hizo que Martin Bormann  hiciese un “refrito” incluyendo ciertamente de forma tosca y burda ( exactamente la simplicdad del carácter del sabueso fiel, Bormann) unas reflexiones que no son , ni de lejos, las que recogen luego en 1953  Percy Ernst Schramm  y Trevor Roper en 1961.






 Hoy día se usan métodos sofisticados de aborregamiento de masas y se evita que determinadas ideas nacionalsocialistas circulen con libertad. Lo que se hace es sencillamente lo que le hicieron al Dr. Goebbels con su novela “ Michael”, que nunca se publican. Son los libros inexistentes. No es que estén prohibidos: es que no se editan. Y si están editados, se confiscan. Y la plebe necia sigue atontada  leyendo el “ Marca” ( el sesudo libro de cabecera del Señor Rajoy) . O se enchufan al partido de fútbol ó al Sálvame de luxe. No hace falta quemar las joyas literarias, basta con darle opio al pueblo necio, pacato, cretino y mononeuronal la basura habitual. La Metadona cultural de la telebasura.

 La época de el par de muertos de hambre en Viena es épìca y heorica, como un Parsifal. Releyendo a Kubizek vemos como los dos amigos organizan excursiones nocturnas, cruzan la calle Mariahilferstrasse, la Kärntnerstrasse, van al Práter y ven a la multitud divirtiéndose y dedicada a los más fatuos pasatiempos. Y Hitler reniega de ellos. Quiere cambiar la sociedad corrompida, multiétnica y escasamente vertebrada del decadente Imperio Hansburgo y revitalizarla con un nuevo vigor: el nacionalismo alemán unido al socialismo, porque  claramente entiende que nunca serían los Rothchild o los aristócratas prusianos quienes sean el motor de cambio de la decrépita sociedad austríaca, sino que és empuje, esa nueva furza chsipeante ha de ser desde los propios obreros, de las clases medias bajas.

 Nunca se han hecho las revoluciones desde el poder y la púrpura, sino desde las fábricas y el sudor del barrio obrero. Hitler es un ser extraño, si. Un mutante. Sale de la nada. Le gustan los poetas: Rilke, Hofmannstahl, Wildgans –le gusta la arquitectura. Recorren el patio de la Opera (Hof Opera), hace esbozos del parlamento ( un día se lleva incluso a una sesión parlamentaria al inocente Kubizek), patean en múltiples ocasiones el Burg Theatre, la iglesia Karlskirche, el Hof Museums, el Ayuntamiento ( para Hitler, el alcalde de Viena es una figura carismática), van a la plaza Schwarzenbergplatz , que le gusta especialmente, recorren por las noches embelesados las fuentes de Viena iluminadas por las 600 mil y pico bombillas que dice la “biografa” Hammann ( lo decimos con sarcasmo, porque de sus seiscientas páginas, habla en menos de 45 de ellas de Hitler), se explaya en las bombillas y en e l número de carruajes que había en Viena. Cosas absolutamente prescindibles, pero no entra en el meollo de la cuestión: aclararnos que tipo d e vida llevaban los dos amigos en la capital. Nos engaña como a chinos a los que compramos su libro pretendiendo saber y conocer.

Trevor Roper, el ex espía británico, ex capitán de Inteligencia y que realizó numerosos interrogatorios a  colaboradores de Hitler ( y que luego sacó tajada económica escribiendo varios libros, especialmente uno de  1961.

huddled together in a small sunless room, the human beings as decayed and miserable as their
surroundings -- this impression has remained unforgettably with me, just as the reverse side of
the medal, that in the one house which might have come up to our sanitary and aesthetic
standards, we met that acme of viciousness which, in the person of the seductive "Mrs. Potiphar,"
seemed to us more repulsive than the wretchedness of the poor people. There followed those
nocturnal hours in which Adolf, striding up and down between door and piano, explained to me in
powerful words the causes of these squalid housing conditions.

 El ex agente de Inteligencia ( otro como Zöller) pasa reluctantemente de puntillas por el hecho de que Hitler desprecia la concupiscencia y se pone rojo, absolutamente desbordado de timidez cuando una semi furcia se le declara de forma abiertamente obscena. Y sencillamente, coge a su amigo Kubizek y desprecian a la Conscupiscencia.

Hitler tiene lo que los psicólogos  denominan, la capacidad de retardo de la satisfacción. Prefiere no ver incumplidos sus sueños, porque , sencilalmente, no los exterioriza. Y su dominio posterior sobre la smujeres será muy habitual.Interesa mucho que a Eva Braun, incluso despues de muchos años de convivencia –sea la forma de convivencia que vds. piensen- la sigue besando en la mano y de forma cortés y conmovedora.Sabemos que claro que había sexo, lo dice Morell, que es un testigo fiable y tenía mucha confianza con él ( seria de los pocos que le viese desnudo). Tanto a ella, como a las Damas que le acompañan. ( “ küsste er immer erst Eva Braun die hand und dann seiner Tischdame”)

 Queda claro que a Hitler le gusta tener a bellas mujeres a su alrededor, pero mantiene las formas y dice claramente que las mujeres no pueden dedicarse a la política ni a hacerle perder el tiempo con ellas mas que lo justo. Eva Braun es  leal como un perrito, incapaz de confabular o de tener ideas retorcidas. Es una persona , exagerando un poco, encefalográficamente “plana”, sin actividad bioeléctrica en su cerebro, fiel hasta la muerte ( nunca mejor dicho), pero incapaz de llevarle la contraria o de expresar cualqueir tipo de ideas que no sean la total y absoluta sumisión. Ese es el tipo de relacción que en realidad lo que buscaba Hitler. Pero eso no es Amor. Es dominación. Y el famosos episodio del suicidio de su sobrina, Geli Raubal es el clásico “suicidio en cortocircuito” que está perfectamete definido en los manuales de Psiquiatría Moderna, como una reacción brutal por parte del “dominado” para hacer cumpable al “dominador”.

 Nosotros creemos la versión de la señora Anni Winther ( que luego sería la esposa de uno de los médicos de H. , el Dr. Brandt), de que la naturaleza de la relacción entre “tío y nieta” no era de tipo sexual. Sino de dominación. Geli había tenido unos escarceos amorosos con el chófer de Hitler, Emil Maurice, que habían sido descubiertos y reprimidos de forma  fulminante por el carácter muy autoriario de Hitler. Geli quería llevar  una vida mucho menos encorsetada, y no soportó la presión mental demoledora que Hitler ejercía prácticamente con todos los que le rodeaban. Y se suicidó de un disparo en el pecho en Septiembre de 1931.
 
En una determinada ocasión, una de sus secretarias refiere  que  a Hitler, se le escapa un comentario ciertamente íntimo. Hablando de nombres de mujer dice “Emilie es ciertamente un nombre muy bonito. Así se llamaba mi primera amante” ( “so hiess meine erste Geliebte”).

Esta frase no sabemos en qué contexto usarla. La Historiadora B. Hamann dice que se refiere a “ Milli” Háusler, la hermana menor de su compañero de piso en Múncih, que tenía 17 años cuando  conoció a Hitler. No está nada claro si tuvieron relaciones , aunque la propia historiadora lo define mas como un “tutor” que como un amante.
 La propia Crhista Schoeder, que estuvo 10 años con él de secretaria también dice que incluso la relacción con Eva Braun era platónica, cosa que cuesta bastante de creer.De facto, es un claro  error de juicio de la secretaria, porque un  Morell ya deshauciado no duda en aseeverar la relacción íntima entre Eva y Hitler.

Ya hemos comentado a Leon Degrelle, que lo llegó a conocer en 1936 y que recibió en 1944 múltiples atenciones ( y la más alta condecoración de ejército alemán, la Cruz de Caballero con diamantes), da una anécdota muy interesante con respecto a las mujeres.
Indica que las respetaba y adoraba, y que la mujer más guapa del Tercer Reich, Sigrid von Weldseck iba cada martes a casa de Hitler ( acompañada) simplemente para escuchar música.

Otra mujer que estaba literalmente enamorada de Hitler era Unity Mitford, 






que estaba emparentada con el Líder fascista británico Oswald Mosley porque su hermana estaba casada con él. Esta chica estaba tan  furiosamente enamorada de él, que se pegó un tiro en la cabeza , quedándose como un vegetal, hasta que murió en 1948. Hitler hizo llevar a los mejores médicos que enconctró, pero no hubo manera de que recuperara sus funcionaes neurológicas. Este efecto hipnótico de Hitler es digno de estudio,porque sería la tercera mujer que quisera tenerle como marido que se intentase hacer daño o suicidarse ( Geli Raubal y un intento fallido de suicidio de la propia Eva Braun).
 La infame Wikipedia da una versión diferente: que  Unity se suicidó el día que Inglaterra declaró la guerra a Alemania , porque tenía su corazón dividido entre ambos paises. Elijan Vds. La versión que mas les apetezca.Lo que si está claro es que Hitler le pagó los cuidados médicos, la visitó en varias ocasiones y la repatrió a Inglaterra.
Unity went to the English Garden in Munich, took a pearl-handled pistol given to her by Hitler for protection, and shot herself in the head. She survived the suicide attempt, and was hospitalised in Munich, where Hitler frequently visited her. He paid her bills and arranged for her return home.


Muy famosa es la frase de Hitler de “ Ich bin mit Deustchland veheiratet” ( “Estoy casado con Alemania”). La prioridad de Hitler era pues la Política. Y las mujeres, en un pedestal, pero totalmente aparte. Esta facilidad para mantener estancas sus emociones descentraba y descolocaba ciertamente a  algunas mujeres.
 Lo cual  hizo que ocultase como secreto de Estado la relación  que mantenía con Eva Braun. Hitler desde luego no duda en aparecer  al lado de hermosas mujeres ( pro ejemplo en la foto de abajo, con la actriz Manon Erfuhr y la bailarina Doris Kreysler). y hace comentarios correctos sobre ellas. Y le agrada rodarse de bellas señoras. Pero no quiere descentrarse de su actividad política y a las mujeres las tiene como piezas de exposición, pero sin involucrarse emocionalmente  con ellas.


 Una de las pocas mujeres que soportó bien la presión fue la cineasta Leni Riefnstahl, quien mostraba gran admiración por Hitler, pero que , en una ocasión dijo que  “he sentido que Hitler se sentía atraído hacía mi como mujer “.Le debo esta aportación a mi amigo Nacho , una de las personas que más conocen en  España sobre Hitler, y que quizás algún día publique todo lo que sabe.


 Hay una historia que circula sobre un presunto hijo de Hitler que es fruto de una relacción del entonces  cabo Hitler en la primera Guerra Mundial con una chica francesa. El origen de ésta “perla cultivada” es del inefable historiador Maser ( ver foto).

Maser maintained that he had heard of a reputed son of Hitler for the first time in 1965 while doing research in Wavrin and surrounding cities. He followed up on these reports, met Loret in the process, and was able to convince him to let the story be published. Maser exerted great effort to gather evidence to support it, however, historians including Anton Joachimsthaler have criticised this, alleging that Maser was subordinating the scholarly pursuit of truth in order to pursue commercial motives such as sensationalism and enjoyment of scandal.

According to Maser's portrayal, the Loret–Hitler connection occurred as follows: Hitler had met Charlotte Lobjoie in 1916 in the city of Wavrin, in the German-occupied part of France, while stationed there as a soldier, and had begun a romantic relationship with her. Loret had been conceived in the summer of 1917 in Ardooie or, according to other sources, in the fall of 1917 in Le Ceteau. The latter scenario is the less likely variant since it would require a premature birth.

Maser wrote in his Hitler biography on the relationship of Hitler and Lobjoie:


At the beginning of 1916 the young woman had met the German soldier Adolf Hitler for the first time. She stayed first in Premont, allowed herself to fall into a sexual relationship with him, and followed him until autumn 1917 to, among other places, Seboncourt, Forunes, Wavrin and Noyelles-lès-Seclin in Northern France – and, in May, June and July 1917, also to Ardooie in Belgium (p. 528).

The critics of this account pointed out that Maser had no evidence of this beyond Loret's own claims, which were secondhand at best. A genetic certification of his biological inheritance, done at the University of Heidelberg, resulted in the findings that "at best, Loret could be Hitler's son", but that he need not be such.

Encontramos referencias a éste supuesto hijo secreto en el libro “Korrektion einer Biographie” página 162 y Joachimthaler se desmarca de ése supuesto hijo de Hitler, un tal Jean Loret.

 Siguiendo con la crónica de adulteraciones y falsas noticias, inevitablemente Hitler también es acusado de ser Homosexual. El ínclito Werner maser, supuesto Historiador, vuelve a la carga diciendo que Hitler tuvo una relación homosexual con un señor que se llamaba Ersnt Schmidt.

Nos sorprendería mucho que no se le hubiese acusado de todo lo contrario, de ser homófobo y por esa razón, haber acabado con la vida de ersnt Rohm, el jefe de las SA ( Sturm Abteiligung) la Noche de los Cuchillos largos. ( 30 de Junio de 1934).


 Hitler sí que es verdad que dio la orden de eliminar a Röhm, pero no por su homosexualidad, sino por cuestión de PODER, simplemente eso, porque las SA eran una amenaza para el recién creado III Reich. La homofobia no tuvo nada que ver en ése asesinato concreto. Cosa diferente es los aproximadamente 200.000 homosexuales que fueron exterminados durante los 13 años de Poder del partido Nazi.

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