Nihil Obstat.
Este artículo ha pasado la censura eclesiástica y ha sido bendecido por el ilustre Historiador "SIR" Iam Kershaw, dispensador de bulas papales.
un hombre santo que próximamente será canonizado por sus infalibles biografías sobre Hitler.
Amen.
En serio y olvidándonos Kershaw, al servicio de Poderes Fácticos, vamos al lío.
Hitler y las mujeres.
Acabo de verme el reportaje de la ZDF de turno. El de siempre. Calumnia, que algo queda. Son monótonos y aburridos. Siempre la misma matraca informativa. Hay que mantener vivo el odio a la bicha, al malo de cojones.
Al malo de la película.
Ah, y que nadie dude: ganaron "los buenos".
Lo de Hiroshima 78.000 mueros de golpe, o Nagasaki, 90.000 muertos de una tacada, no es Holocausto Nuclear. Los cojones.
No, es broma.
Sólo en Dresden, en Febrero de 1945 ya hubo mas muertos (150.000) que en las dos bombas atómicas sobre Japón.
Pero no nos disgreguemos: vamos a lo prometido.
Hitler y las mujeres.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh79CZqU-TEM9P7b0wmj3TpYdMQO4_MxQTgzDX6XTonvu8cODhrskr0eEE_C94UERBBYw-tiGFkZDZoioBJYZ6ivs3f68-uIeMoSfJ2ybiLWTXDZX4FP1UwwQnLnjRN95iMbPB5Sk4tWpUZ/s320/manonerfuhrt.png)
Hitler ejercía un efecto hipnótico y demoledor
sobre la psique de las personas. Hombres y mujeres. Aunque adelantemos acontecimientos,
podríamos decir que Hitler era extraordinariamente frío y calculador con las
mujeres. Nunca se dejó influenciar por ninguna.Pero las respetaba, al menos en
público, y siempre se mostró, educado,
besamanos y distante.
Durante todo el tiempo que fue Canciller de
Alemania, ocultó astutamente su relación afectiva con Eva Braun, sabedora que
las mujeres le votaban tanto como los hombres.
¿Votar? ¿Pero se les había
olvidado que H. llegó democráticamente al poder? Lo digo para que no pase de
nuevo, con otros negados actuales. Aviso para navegantes.
Como decía Winston Churchill (*) :
“La Democracia no resiste ni 5 minutos de
conversación con el votante medio”.
(*) Reconozco una cierta maldad , poniendo una foto de Aleister Crowley , el mago negro en vez de Sir Winston, pero es que el parecido físico es innegable...pedimos perdón por el desliz/ gazapo.
El de la foto es Aleister Crowley, no el alcohólico crónico de Winston.
Dejando aparcado este tema sobre las
peculiaridades de la Democracia y declarándonos claramente “republicanos” (De
la República de Platón, por supuesto), proseguimos.
Esta
es una característica de Hitler: el dominio absoluto sobre los que le rodean. Y
pule y refina su oratoria, sus poses, sus cambios de tono de sus discursos, sus
gestos…y convence a hombres y mujeres. Y sobre éstas últimas Hitler ejercía igualmente
un efecto magnético.
Él
decía siempre la frase de “ich bin mit
Deustchland veheiratet” (“estoy casado con Alemania”) y no se permitía
fruslerías o flirteos como otros “campechanos” dirigentes hacen (a cargo del
erario público, dicho sea de paso).
Este sentimiento huidizo hacía las mujeres se
refleja ya en diversos comentarios de su
colega-mendigo Hannisch que llamaba irónicamente “el casto José (“wie der keusche Josef”). Igualmente hay
otra frase de Hannisch bastante esclarecedora de la sexualidad de Hitler.
(“Aber er hatte sehr hehre Ideale über die beziehung zwischen Mann und
Frau. Oft sagte er, wenn die Männer nur wollten , konnten sie einen strickt
moralischen Lebenswandel führen)”
Traduciendo
literalmente: tenía un concepto muy ideal entre las relaciones entre hombre y
mujer, y a menudo decía que, si querían los hombres, podrían llevar seguir un
cambio de vida moral estricta.
En
definitiva, al menos en ésa época no se le conocen a Hitler ningún tipo de
relaciones con mujeres. Describe Kubizek dos episodios interesantes. No
dejaba que entraran mujeres a su habitación que ambos compartían. Kubizek daba
clases de música y, a veces tenía alumnas, pero su amigo “Adi”, se enfadaba. Describe otro episodio en el que ambos se
encuentran a una bella dama, que les
provoca y trata de seducirles, mostrando parte de sus prendas íntimas y que
Hitler se sonroja mucho (“Adolf wurde
puterrot”) y suelta un comentario despectivo. “So ein Potiphar”. Suponemos que no hace falta traducirlo…
Este episodio es también recogido por Birgitte
Hamann en su página 516.
Hay
una frase del propio Hitler en el libro de sus secretaria Schroeder que dice que : “durante sus años en Viena encontró (“begegnet”) a hermosas mujeres. “ Auch in meiner Jugend in Wien bin ich vielen
schonen Frauen begegnet”
En la foto de arriba se le ve con traje de gala y con Eva Braun, marcada con una “X” está una de sus secretarias, Schroeder.
Pero
creemos que es una frase que si se lee descontextualizada da la impresión de
haber tenido una prolífica vida sexual, pero luego los comentarios de Kubizek y
Hannisch nos muestran todo lo contrario: lleno de inhibiciones hacia el sexo
opuesto, que las idealiza hasta la exacerbación pero que no concreta nunca nada
con ninguna. Ni las corteja ni las persigue. Y la fuente de Kubizek es
muy fiable según Brigitte Hamann – schätzt
Kubizek als einen im Großen und Ganzen glaubwürdigen Zeugen ein und hält den
Großteil seiner Aussagen für wahr.
Lógicamente
esta figura de un Hitler humano, enamorado y utópico le rechina a muchos “recogedores
de basura”, los de la saga ZDF (la “Zweites
Deutsches Fernsehen) , la segunda cadena de la televisión Alemana que ,
incluso a día de hoy, tienen carta blanca para soltar toda la balumba
informativa -naturalmente muy negativa- sobre el personaje.
Hitler
admiraba a algunas mujeres. Y viceversa. Magda Goebbels estaba loca por él, aunque
parece claro que sólo ideológicamente. Un comentario muy sarcástico de Kempka,
el chófer de Hitler, cuando declaró durante los Juicios de Nüremberg: “los ovarios de Magda Goebbels sonaban como
unas maracas en presencia de Hitler”. A nosotros nos parece una frase muy
desafortunada, muy machista y muy descortés hacía el sexo femenino. Y lo dijo
Kempka para ganarse las simpatías del Jurado cuando se jugaba ir a la horca en
Nüremberg. Pero sí que es claro que Magda Goebbels admiraba profundamente a
Hitler. Y a Leni Riefenstahl la admiraba profundamente. Igualmente hay constancia de que H. besaba tiernamente
la mano de Eva Braun en sus interminables sesiones de té nocturno y en la
filmografía de la época se le ve juntando los tacones y haciendo besamanos en
la terraza del Berghof, nada que ver con el aspecto puerco y desaseado de un
Wisnton Churchilll recibiendo completamente desnudo al hijo de Rooselvet,
general americano y a muchas de visitas, impregnado en alcohol, saliendo como
un jabalí de su bañera Shanks que tenía en su casa y sin pudor alguno, salir en
pelota picada moviendo sus morcillonas lorzas de grasa como un flan de grasa. No hay ni una foto de Hitler en
paños menores. Tenía la piel muy blanca y evitaba exponerse a los ojos de
nadie, ni a sus más íntimos colaboradores. Sólo hay algunas fotos de los años
veinte con los Lederhose bávaros,
marcando unas piernas más bien flacuchas y muy blancas
.
Hitler
es un platónico admirador de las mujeres: pero no se involucra excesivamente con
ellas. Sabe compartimentalizar.No se muestra nada partidario del matrimonio.
(para él), pero si que era bastante “casamentero” (encanta ir a bodas de
sus colaboradores, matrimonio si…para los demás).Además era bastante generoso
en los regalos y el dinero era ciertamente secundario. Los cheques eran abultados para sus
colaboradores que se casaban. Como dice el chiste: " Ir vosotros primero, que a mí me da risa...".
Pero
él tiene claro que la actividad política le absorbe y que un estadista no debe casarse. Lo explica:
Esta
es la conocida teoría de “Yo estoy casado con Alemania”. Pero eso no indica
que Hitler no fuera sensible a la
belleza de las mujeres.Se le ha descrito como mojigato, incapaz de sentir
empatía por la Humanidad, beato, sensiblero, introvertido y lleno de
prejuicios misóginos sensiblero, o
incapaz de relaccionarse con las mujeres. Naturalmente estas referencias son
todas de los últimos años y hay que ponerlas, como todo lo que viene en los últimos años sin fuentes primarias o
en las que no se indica la procedencia de la cita como un ejercicio mas de que
“Hitler vende”.
Pero no es exactamente verdad. Hitler se sentía atraído
por las mujeres y no era inmune a su
belleza.
Hay varias referencias acerca de “las hermosas mujeres que conocí en
Viena”, o las confesiones a su secretaria
Crhista acerca de “Emily, hermoso
nombre, mi primera amante se llamaba
así”. O cuando “en casa de la señora Bruckmann
había una mujer muy hermosa que
me lanzaba miradas y a la que yo saludé inclinándomedome. Y a la que nunca
más volvieron a invitar “. Se deduce de
esta frase que se quedó con ganas
de conocerla (esto lo recuerda
una noche del 10 de marzo de 1942, en la Guarida del Lobo, en los fríos
páramos de la Prusia oriental cerca de Rastemburg). El propio Hitler
dice “era muy hermosa, y debí de parecerle interesante, no hubo mas”.
Otra
de su amarga queja de que, cuando una
bellísima mujer rubia se acerca a darle
un obsequio mientras está en su Mercedes descapotable en un acto público, pero nadie tiene la
iniciativa de pedirle sus datos o
su dirección para poder agradecerle el detalle.
Respecto a la descendencia. H.lo tiene claro y
no quiere tener hijos
Pero lo dice con pesar y como un sacrifici que hace por
Alemania. Y esto lo dice en su guarida y en unas circunstancias difíciles (
Wolfschanze, fecha: 7 de Abril de 1942). Todavía no han tenido
lugar los descalabros de Stalingrado y
Kursk, por lo que la guerra no está ni
de lejos perdida, pero aún así, tiene claro que no va a dejar descendencia. Esa
historia de un supuesto hijo, Jean Loret, aparecerá años después. Nunca se pudo
confirmar nada ya que en ésa época las técnicas de detrminación de la paternidad
no estaban igual de desarrolladas como a día de hoy. Muchos años mas tarde, hasta la`propia ZDF descarta que Jean Lorret fuese hijo de Hitler. En todo caso, lo reflejamos aquí como mera anécdota. Desgraciadamnete los análisis de DNA no estaban muy avanzadosen los años enque Jean Loret clamaba queera hijo de Hitler.
Estos comentarios que insertamos tienen la particularidad de que son
originales, textuales, de Hitler. Cansado de que se malinterpretaran algunas de sus decisiones (y
nosotros creemos que ya elucubraba con la idea de que iba a perder la guerra), Hitler permite que
sean extractados
taquigráficamente por Heinrich Heim
y luego el Dr- Picker escribia y
complementaba lo escuchado en las
conversaciones de sobremesa. Estos apuntes los tomaba el Dr. Picker contraviniendo una orden de Hitler, pero con
la anuencia y el respaldo del verdadero jefe en la sombra de los asuntos del día a día hitleriano: Martín
Bormann.
De
facto Bormann reescribía los mismos, y
ya no son los mismos comentarios. Esas redacciones de Bormann ya no son-
según Percy Ernst Schramm, auténticas y
se publicaron como “las Notas de
Bormann” y abarcan desde 5 Julio de 1941 hasta 30 Noviembre de 1944. Bormann,
ante la ausencia de órdenes escritas
conseguía lo que podríamos denominar “Líneas Directrices del Führer”,
para el NSADP. El oficial de inteligencia inglés Trevor Roper saca tajada de esto y lo publica en forma de libro en francés (“Le
testament du Hitler. Notes recuillies par M. Bormann, año 1960). Ojo al dato, porque
estas no son ya las ideas propias de
Hitler, sino unas modificaciones sin miramiento alguno. Borman cribaba los apuntes
del jurista Dr. Picker (dos ejemplares
que le hizo entrega). Uno de éstos ejemplares se custodiaba en el Berghof y el otro en la casa de Múnich. Uno se destuye durante la guerra, eld e Munich y el de
Bechtegarden se salva. Lo que no Así se
escribe la historia.
Con tantas modificaciones y transcripciones
además se añaden que de todo lo taquigrafiado, mas de 103.000 hojas se perieron en su mayor pate por su triple
trasncripción en limpio y por las órdenes de quemarlo todo. Pueden ser parte de
lo que estaba en el cofre de seguridad
que el colaborador de Hitler, Julius Schaub quemó uso días antes de finalizar la guerra, cumpliendo órdenes de
Hitler.
Por
lo tanto, tendremos que ser muy cautos en extrapolar conclusiones sobre determinados temas.La manipulación
informativa de los “Maestros del Discurso” es solapada, artera y continúa. Y al
editor que pretende sacar la verdad adelante…bueno, ya saben lo que le pasa.
Estas conversaciones u bosquejos de ideas
hitlerianas a pie de mesa (Tischgespräch) se realizan la gran mayoría de ellas (salvo
que lo especifiquemos concretamente) en la Wolfschanze cerca de la ciudad de Rastemburg desde Julio de 1941 hasta
Julio de 1942. ( en esas fechas
el Dr. Pickert es destinado a otro sitio). Creemos que son documentos muy defnitorios del carácter de Hitler y de sus
verdaderas ideas, ya que fueron
transcritas en el ámbito informal (dentro de lo que cabe) de las sobremesas
y en las veladas nocturnas a las que tan
aficcionado era Hitler.
La primera edición, de 1951, fue editada por el Institut für Zeitgeschichte,de
Münich, a cargo del Profesor Ritter. Posteriormente, dado la tremenda polémica
que hubo, se volvierona editar, esta
vez perfilñadas por el Dr Schramm y comparados con el orignal frase a frase por el Profesor Walther Mediger y comentado con
objetividad por el Dr. Andreas
Hillgruber. Posteriormente salió una edición mexicana de Grijalbo en el año
1965. A pesar de los años transcurridos, sigue habiendo polémica y discusiones sobre los derechos de publicación.
Hitler no es inmune a las mujeres y le gustan
tanto como a cualquier varón heterosexual. Pero mantiene la compostura y no va
zascandilendo detrás de ellas.
Veamos
varias reflexiones auténticas (y
lo subrayo, porque la fuente es el diario estenografiado del Dr. Pickler) sobre las mujeres. Mantiene las distancias y
convierte en secreto de estado sus relaciones, que evidentemente, las tuvo. Y
no sólo con Eva Braun ó (posiblemente) Francesca Loret y (posiblemente) su
sobrina, Geli Raubal. Y algunas más, pero sin haberse probado nada de nada. Y
desde luego, deja totalmente al margen de su vida política las relaciones, si
es que las tuvo. No tiene demasiado tiempo para líos de faldas. Y si las tiene,
ya se encarga el partido de que nada trascienda.
Serrano Súñer habla de su casa “ como la de
una vieja solterona”, el cuco Serrano, que mantenía una amante, María Sonsoles
de Icaza, la mujer del Marqués de Llanzol, con la que tuvo una hija ilegítima Carmen Díez de Rivera
y Casares; a espaldas del casto y católico Franco. (Pero esa historia no toca
ni cabe aquí).
Hay
tres mujeres, que se sepa, en la vida de Hitler: Geli Raubal, Eva Braun, Unity
Mitford y una supuestamente amante Francesa de la que algunos
pseudohistoriadores del género
fantasioso tipo Maser, dicen que tuvo un hijo, Jean Loret.
Creemos
que la relación, muchos años más tarde, con su sobrina Geli Raubal, más que sexual, es de dominancia e imposición de la voluntad del tío sobre la sobrina.
Casi nos inclinamos a pensar que las relaciones sexuales, si las hubiera habido,
posiblemente no, serán un fin en sí mismo con H. Por el contrario, lo que creemos
más probables es que Hitler impone a su sobrina una severa vida sin aire y sin
espacio vital. Le impide un romance con su chófer Emil Maurice, al que le
reprime su actitud y obliga a su sobrina a hacer su voluntad. Ella, en lo que
psiquiátricamente se llama “suicidio en
cortocircuito”, se quita la vida de forma repentina en Septiembre de 1931,
como forma de “castigar” el mal comportamiento de su tío; dejando a Hitler
absolutamente abatido y melancólico. Incluso su círculo íntimo de amigos temen
por su vida y es cuando el semi proxeneta de su fotógrafo Hoffman (que no era
precisamente un modelo de virtud, puesto que había sido tratado por el profesor
Morell de una enfermedad venérea), le presenta a la que luego sería su amante: Eva
Braun, un ser leal como un perrito, una
mujer con escasa actividad bioeléctrica en su cerebro pero que es la compañera
fiel. Hasta la muerte.
Curioso
que la dominación de Hitler sobre las mujeres fuese tan devastadora: tres de
ellas se suicidaron o cometieron intentos de suicidio. Geli Raubal, en 1931, la
propia Eva Braun (intento fallido) y Unity Mitford (intento fallido, en 1939).
Unity se pegó un tiro en el Englische Garden de Múnich el día que Inglaterra
declaró la guerra a Alemania. La guapísima Unity, una rubia impresionante, no
pudo soportar la posibilidad real de que Inglaterra y Alemania entrasen en
guerra.
Diríamos más. Hitler admiraba a las mujeres; hay constancia de que besaba tiernamente la
mano de Eva Braun en sus interminables sesiones nocturnas. Y esto está
reflejado por los diarios de sus secretarias y no hay que ser un devoto espectador
con las neuronas alteradas de tanto visualizar el mendaz “History Channel” para recordar todo
el metraje existente en el que se ve a Hitler juntando los tacones y haciendo besamanos
en la terraza del Berghof, nada que ver con el aspecto puerco y desaseado
de un Winston Churchill recibiendo completamente desnudo a sus visitas,
impregnado en alcohol y moviendo sus morcillonas lorzas de grasa como un flan de grasa. Hitler es un platónico
admirador de las mujeres: Verbigracia la amada Stephanie, que ni se entera del
etéreo amor del futuro canciller de Alemania…pero Hitler tienen una conducta
evitante y desapasionada. Compartimentaliza sus emociones. Y no se le conocen romances
como al bueno de Einstein, al que se nos presenta siempre como un alegre y
locuelo científico,
pero
no se dice que dejó embarazada a su
novia, que dio en adopción a su hija , que pasó totalmente de educarla o amarla
y a la que nunca más volvió a ver. Todo un padrazo, el bueno de Eistein. Y luego
tuvo cerca de diez amantes conocidas.
Todo depende en ésta puerca vida de que tengas un buen publicista. Al judío
Einsteín (dicho sea sin ánimo de ofender, sencillamente era de ésa religión), se
le encumbra como un ser simpaticote y pacifista que, al igual que Hitler, huye
de su país, (Alemania, había nacido en Ulm), para no hacer el servicio militar.
Pues exactamente igual que Hitler, que huye
del decadente Imperio Austro Húngaro para no ser llamado a filas y se larga en
1913 a Múnich. Y tiene problemas con la Justicia Militar, que quiere enrrolarle
como recluta. (Si, luego se enrrola el voluntariamente en el Ejército del
Káiser).
Volviendo
a nuestro hilo conceptual de Hitler y el bello sexo. Hitler permanece inhibido y distante. En Viena nos e
le conoce ninguna relación. Se sonroja cuando alguna mujer como “Milli” (Emilie Häuser) le habla. Y mira
al suelo, abochornado (“Er würde
putzenrot”) . Milli es la hermana de su compañero Rudolf Häuser y es tres
años más joven que él, y con 17 años Hitler sólo balbucea incoherencias y mira
al suelo, más tímido que Cavendish, el físico. Hitler mantiene las distancias
.Respeta a las mujeres, pero no se involucra con ellas.
Creemos que la
relación, muchos años más tarde, con su sobrina Geli Raubal, más que sexual, es de dominancia e imposición de la voluntad
del tío sobre la sobrina. Casi nos inclinamos a pensar que las relaciones
sexuales, si las hubiera habido, posiblemente no, serán un aspecto tangencial.
Hitler le impone a su sobrina una severa vida, impidiéndole un romance con su
chófer Emil Maurice, al que le reprime su actitud y le impide a su sobrina
hacer su voluntad y ella, en lo que psiquiátricamente se llama “suicidio en
cortocircuito”, se quita la vida de forma repentina en Septiembre de 1931
dejando a Hitler absolutamente abatido y melancólico. Incluso su círculo íntimo
de amigos temen por su vida y es cuando el semi proxeneta de su fotógrafo
Hoffman (que no era precisamente un modelo de virtud, puesto que había sido
tratado por el profesor Morell de una enfermedad venérea), le presenta a la que
luego sería su amante Eva Braun, un ser leal
como un perrito, una mujer con escasa actividad bioeléctrica en su cerebro que
es la compañera fiel. Curioso que la dominación de Hitler sobre las mujeres
fuese tan devastadora: tres de ellas se suicidaron o cometieron intentos de
suicidio.
Geli Raubal, en 1931, la propia Eva Braun (intento fallido) y Unity
Mitford (en 1939),
que se pegó un tiro en el Englische Garden de Múnich el día
que Inglaterra declaró al guerra a Alemania; la guapísima Unity, una belleza
trigueña de talle enjuto y bellísimos rasgos. quedó en coma profundo . Está
confirmado que Hitler le envió los mejores médicos y le enviaba rosas al
hospital, e incluso se logró su traslado a Inglaterra en plena Guerra Mundial,
pero Unity Mitford, una de cuyas hermanas estaba casada con el líder fascista británico Mosley (el mismo personaje del cual Degrelle
dice que mucho fascista de boquilla, pero que comía en vajilla de oro: así
también me hago yo del gremio). La cruda realidad es que la bella Unity nunca salió
de su estado vegetativo.
Resumiendo: Hitler mantuvo una actitud entre
displicente e inhibida ante las mujeres. Sabemos por Morell que sí que tuvo
relaciones con Eva Braun, pero lo llevaban con mucha discreción e incluso
dormían en camas separadas. Pero esa relación, que algunas secretarias como Schroeder
dicen en su libro que “no era sexual, sólo platónica” es rebatida
socarronamente por Morell. Y cuando le preguntan a Morell, está enfermo del
corazón y preso en un campo de Interrogatorios de los norteamericanos, del cual
no saldría vivo. No está en la situación vital de ocultar nada, pues ya lo
tiene todo perdido, por lo que su testimonio a nosotros nos parece bastante
fiable.
Volviendo a lo que realmente importa. El morbo
que se crea sobre Hitler es artificialmente alimentado por los historiadores huele
braguetas a sueldo. No fue un play boy, no
tuvo amantes pagadas con cargo a los impulsos de sus ciudadanos. Se centró en
cuestiones puramente políticas, si, de discutibles de ideas expansionistas
pangermánicas, pero no fue un putero, como otros. Nunca se dejó influenciar por
ninguna. León Degrelle cuenta en su libro “Diario de un fascista”, como un día
la bellísima rubia Sigrid Von Weldseck, se le ofreció como si él fuese un
sátrapa oriental en la propia Cancillería. Hitler, que de Sardanápalo tenía
poco, con mucha sencillez y sin alterarse, le pidió que se vistiera y la envió a
su casa. La anécdota puede ser cierta o no, dependerá de Vd., inteligente amigo
lector, pero el autor de la misma (Degrelle) no es precisamente ningún
fantasma, así que nosotros le damos crédito a la historia.
El famoso sambenito de un Hitler neurosifilítico
que comete barbaridades y se come las alfombras (“Teppischfresser”), que no es
más que una mala traducción, un equivalente a “subirse por las paredes”
(castellano) o “comerse el sombrero
“(galo); en definitiva que pilla unos cabreos del 15 no se sostiene, al menos
en la base neurofisiológica de que estuviese infectado por el bacilo de
Schaudin, el Treponema pallidum,
agente etiológico de la lúes. Los enfados morrocotudos de Hitler,que están
adecuadamente documentados y que son verdad histórica, (que le pregunten a
Guderian) , venían posiblemente de que estaba semi intoxicado a partir de 1944
con las famosa píldoras anti gas a base de estricnina y atropina, pero no por
una enfermedad sifilítica. La atropina produce excitación del sistema nervioso
central. Y el famoso personaje del “sombrerero loco” de Alicia en el país de
las maravillas en un guiño capcioso de Lewiss Carrol a las intoxicaciones de
los sombrereros o trabajadores que usaban sales de mercurio, en forma de valencia
+2 , o sea, las sales mercuriosas, que dan unas especiales características de
excitación, nerviosismo, temblor ( “temblar como un azogado; azogue= otro
nombre para el mercurio).
Esta leyenda negra, que afecta a la esfera de
intimidad de un personaje sería un tema más que debatible. Pero hay unas
pruebas que se le realizan en 1940 y Hitler da negativo las pruebas treponémicas, con lo cual podríamos descartar la enfermedad,
puesto que una prueba treponémica, una vez que se positiviza, queda positiva
durante TODA LA VIDA (diferente sería si hablásemos de otras pruebas tipo VDRL,
que son no treponémicas y cuyo
título varía según el tiempo y el tratamiento de la enfermedad).Por lo tanto el
test de 1940 en el que Hitler da negativo a Lúes no significa nada. Podría
haber tenido la infección, ser adecuadamente tratado y su título de VDRL (no
treponémico), haber descendido a cero. Nos quedamos sin saber la Verdad
Histórica.
Aquí
entramos en el terreno de la especulación pura y dura y, al menos en los tiempos
que corren, ni las venéreas, ni la homosexualidad son ahora el tabú brutal que
eran en la década de los años cuarenta. Es en 1947 cuando aparece el libro de
Greiner “Das Ende Mythos Hitler” y es
a partir de entonces cuando él y Konrad Heiden, un periodista judío que emigró a EEUU, disparan los rumores y maledicencias
sobre la sífilis de Hitler.
Setenta años después, el Institut für
Zeitgesichte de Múnich (que ya sabemos que tendencias tiene y como está
dominado políticamente por quién), sigue pontificando el dogma oficial y, éste
mismo año de 2017 hace un ciclo de conferencias subiendo a los altares a Konrad
Heiden, un periodista anti nazi que escribió muchos libros (si, en la seguridad
de su exilio americano).
En
cuanto a la homosexualidad…es casi ridículo hablar del tema en los años en que
vivimos. Hoy día hasta la American Psychiatric Assotiation no considera a la
homosexualidad egosintónica como una patología, salvo que el individuo no la
acepte y no la tolere y se vuelva egodistónico. En los tiempos en los que nos
ha tocado vivir, con el poderoso lobby LGTB, es de risa acusar a Hitler de homosexual.
Por ejemplo, nadie duda que el coloso Rhodes, el genio de la liberación del
Estado de Sudáfrica tuviera unas tendencias homosexuales claramente establecidas,
y nadie pone hoy día su valía y su incuestionable obra realizada.
Siguiendo el mismo tono argumental, Leonardo da Vinci, era Homosexual. Como lo era el
escritor de Ciencia Ficción Arthur C. Clarck
que escribió 2001, una odisea en el espacio. O Alejandro Magno, que tenía a su
amigo Hefestión. O Aquiles y Patroclo. Y la lista, hoy día sería interminable.
Sobre
Hitler, lo que impera es fundamentalmente, el morbo. Y aunque no lo fue, también, lógicamente, se le acusó
de homosexual. Por citar sólo un caso, con Ersnt Schmidt. Creemos que se refieren a un asrónomo suizo
que, al parecer, hizo una predicción de que entre el 8 y el 10 de Noviembre de
1939 iba a haber un atentado contra su vida. No vamos a perder más tiempo con
el tema: no hay una sola evidencia de ello, tan sólo los estómagos agradecidos que escriben después de
su caída. Tampoco era homófobo, la muerte de Röhm (un conocido homosexual) y el
jefe de las SA (Sturm Abteilung) no tienen nada que ver con la homofobia: es una lucha salvaje por el poder dentro
del Partido Nazi. Y ésa noche del 30 de junio de 1934 (la Noche de los
Cuchillos Largos), más de 200 opositores son asesinados (no hay cifras exactas).
Entre ellos Röhm, a quien se saca de su hotelito donde estaba rodeado de
efebos, se le viste, se le lleva a Múnich y allí lo ejecutan fríamente. Como
decía Stalin: la muerte de un hombre es una tragedia. La muerte de un millón de
personas, una estadística.
A
nosotros nos interesa el personaje en sí, y para ello, cuando buceamos en los aspectos
más recónditos del alma humana, hay que llevar mucho cuidado de que fuentes
bebemos. Un Hitler homosexual o mujeriego es altamente improbable.
Existe
un complejo informe psicológico elaborado por la Universidad de Cornell en
1942, cuando los servicios secretos norteamericanos tenían un lógico interés en
saber de qué pie cojeaba –si es que cojeaba de alguno o de los dos- el entonces
Dictador de la Alemania nazi.
En dicho informe queda claro que no es ni homosexual
ni que su conducta sea especialmente relevante en temas de tipo sexual. Dicho
informe está hoy día al alcance de cualquiera, pero aun así, nos quedaríamos
fuera de juego si no tuviésemos en cuenta de donde extraemos la información y
de qué año es la citada fuente.
No hay duda ninguna que a Hitler le
gustaban, como a cualquie heterosexual , las mujeres, pero desde luego, no de
una forma que antepusiera sus “obligaciones” para con Alemania.
Recapitulando , y en resumidas cuentas:
Los testimonios que nosotros tenemos
en más alta consideración son los de su amigo de la infancia: Kubizek. Una vez
mas, nos fiamos de ésta fuente. ¿Por qué? Pues porque convivió desde 1904 hasta
1908 de una forma muy próxima, con él. E incluso compartieron habitación con la
jorobada señora frau Zaukreys, que les alquilaba un cuartucho, el número 17 en
la Stumpergassse 31 de Viena.
Kubizek deja muy claro que el joven Hitler era
una persona extraordinariamente intimista y en absoluto dado o proclive a tener
inclinaciones sexuales ni con hombres, ni con mujeres.
Es justamente todo lo contrario: serio, introvertido
e incluso inhibido. Le gusta Viena, pero no los vieneses. ( “Er liebte Wie, aber nicht die Wiener”)
Nos cuenta una relacción platónica con una
señorta de Linz, Stepahie. Esta relacción, según Kubizek nunca pasó de ser
meramente platónica, idealizada en su espacio vivencial interno, pero nunca se
dirigió a ella para demostarle su afecto o su amor.
Nos cuenta como, en la primavera de
1905 iban los dos paseando cuando re repente ver a una chica alta y espigada ,
cabellos rubio trigueña que pasea junto a su madre. Adolfo le coge la mano a su
amigo y le dice “Lo tienes que saber. Me acabo de enamorar”. ( “ ich liebe sie nämlich”) La foto que
tenemos de Stephanie es del fotógrafo hans Zivny, y está tomada en la localidad
natal de la chica: Urfahr ( en los alrededores de Linz). Este testimonio lo da
como cierto un autor tan poco adicto a la hagiografía del Führer como Trevor R
Ropes.
One evening in the spring of 1905, as we were taking our
usual stroll, Adolf gripped my arm and
asked me excitedly what I thought of that slim blonde girl
walking along the Landstrasse arm-inarm
with her mother. "You must know, I'm in love with
her," he added resolutely.
Lo máximo a los que llegó Hitler fue a comentarios candorosos y re
buscados con su amigo,( referencias tangenciales en una de sus postales) y a
hacerse el encontradizo con dicha chica, que va acompañada de su madre. La
esperan a las cinco de la tarde a que regrese de su paseo , en Schmiedtoreck. Es inaporpiado saludarla ( “es wáre ungehörig gewesen, Stefanie zu
grüssen “). Porque no les han presentado (“Nachdem weder Adolf noch ich dem jungen Mädchen vorgestellt waren”)
Lógicamente, la chica no le hace ni
caso.
A la tal Stefanie no le faltaban
admiradores de todo tipo. Kubizek recuerda que la chica tenía multitud de
admiradores, la mayoría de ellos jóvenes tenientes, con los que Hitler, pñalido
y pobre, nada tenía que hacer , frente a los vistosos uniformes.Hitler se
enfada, como no, y les llama a éstos pretendientes “vanas cabezas huecas” ( “Eilte Hohlköpfe”). Estefanie se casará
con un oficial efectivamente de forma rápida, en 1908, meintras Hitler sigue
obsesionado con ella y mitificándola en las öperas de Wagner. Estefanie será la
Elsa de la wagneriana ópera Lohengrin interpretada por la soprano Lucie Weidt
( “Gegen diese jungen Leutnants in
ihrer schmucken Uniform kamen ärmliche , blasse jungen Mánner, wie Adolf einer
war, natürlich nicht auf”).
La soprano Lucia Weidt (Figura arriba).
Nunca hubo nada real entre Hitler y Stepahie.
L a chica se casó a finales de 1908 con uno de los tenientes que la cortejaba,
Hitler ni se enteró porque ya estaba fuera de Linz y solo años más tarde, la
tal Stephanie se quedó de piedra al saber que el canciller de Alemania le había
echado el ojo de jovencita.
A lo máximo que llegó Hitler fue a
enviarle una carta, sin firma, en 1908 en términos tan etéreos y poco
concretos, que ni siquiera ella lo recuerda. Este hecho es citado por Kubizek,
en su libro. Todo lo demás son elucubracione s y ensoñamientos sin ningúna base
real.
Este Hitler romántico y absolutamente
inhibido en sus deseos no les viene bien a los historiadores carroñeros
habituales. Ian Kershaw ni tan siquera cita a Stepahie en su Biografía, pese a
que las referencias que sobre ella hace Kubizek son muy abundantes.
Luego dice Ian Kershw que Hitler es
“impenetrable”…
¿Impenetrable? Es uno de los personajes
históricos sobre el que más se ha escrito. Existen más de 80 biografías ( y nos
quedaremos cortos, sin duda). Ahora sólo falta saber extraer la informaciónde forma
honesta y “unbiased”, sin adornarlo con las creencias de cada uno, sino ciñéndose
a los hechos. Kershaw es uno de las mayores manipuladores, y sus apoyos son
bien conocidos.
¿ Impenetrable? . Claro, especialmente si no
quieres estudiar lo que no te gusta de él, que sea un platónico enamorado…
Sí que nos parecen muchísimo más importantes y relevantes los comentarios del General Jodl , pocos días antes de ser ejecutado. “¿Puedo
decir que conozco a éste hombre al lao del cual pasé tantos años una existencia tan rica en espinas y renunciaciones?
En parecidos términos se expresa el
ex vendedor de champagne Von Ribbentrop. Un
personaje al que la Historia
hadejado en bastante mal lugar. Especialmente cuando el día 2 de Septiembre
de 1939 se quedan pálidos los dos, Ribbentrop y Hitler ante la declaración de
Guerra de Inglaterra, que ciertamente, o
esperaban.Pero trasciende de las expectativas de éste libro enfocar tan espinoso asunto.Al fin y al cabo
la Segunda Guerra empieza para defender
la independencia de Polonia. Y cuando el 17 de Septiembre de 1939
Stalin, el dictador georgiano invade por el
Este , nadie dice nada.Y al final
de la Guerra, pues ya sabemos el infausto destino que , durante 40 años, sufrió
Polonia bajo la soberanía soviética. ¿Era la Libertad de Polonia por lo que
empezó la Guerra Mundial no?
Pero nosotros no vamos a entrar en otras fechorías posteriores,
nos estamos centrando en los aspectos “juveniles” del personaje cuando era un
Don Nadie en la Viena de 1907, ojo.
Retomando el hilo conceptual. No interesa un
Hitler en la estela de Keats o Espronceda. No interesa que de su biblioteca
privada apenas hay indexados 1200 libros, el resto ( casi 15.000 estarán en
alguna colección privada rusa, norteamericana o estonia), y conviene olvidarlos. Es más fácil decir que
“era un hombre que quemaba libros” ( falso Hitler no quemó ninguno de sus
libros, quemó los de los demás; fue el 10 de mayo de 1933, uno de los peores
errores políticos de Goebbels). No se hizo mas. Por el contrario conviene
evitar decir que investigadores serios como Timothy Ryback demuestran que
Hitler no sólo se leía los libros, sino que los subrayaba y hacía anotaciones al margen cuando una idea le
gustaba ( si, de acuerdo, si no legustaba, echarse a temblar el despertar su
furia). De ahí que , en 1947 Greznier publica en su libro que Hitler odiaba a
las mujeres porque se había contagiado de la lúes con una puta. No da ninguna
prueba, tan sólo lo indica en su libro. Greiner no tiene ninguna credibilidad. Ni
B. Hammann, ni Joachimthaler, ni siquiera Joachin Fest le dan ningun crédito. Greiner se
caracterizó por ser dual y mendaz. Cuando Hitler estaba en la cima de su poder
escribió un opúsculo, un librito hagiógrafo glorificándole ( le llamaba incluso
Meísas) , pero después de la Guerra y el suicidio, intentó “hacer caja” con
otro libro en el que decía cosas como la ya citada sífilis, que Hitelr daba
psteles envenenados a los niños, que en realidad no había muerto en el Bünker,
sino que incluso había escapado en un avión ó , otro dislate, que Hitler había “violado
y maltratado” ( “vergewaltigen und
mishandeln”) a uno de sus modelos . Una mentira clara: Hitler pintaba paisajes
, no hay constancia que hiciese retratos y menos a hombres desnudos.Esto se relata
en el opúsculo “ El Fin de Hitler”, que intentó vender infructuosamente al
rebufo de la derrota de Hitler. Incluso llegó a ofrecer un ejemplar a Stalin.
Hoy día ningún historiador le da crédito a sus
ponzoñas, pero en el libro de Albert Zöller escrito en francés en 1949 sí que
recoge, sin confirmar, algunas de éstas “anécdotas”.
Un día estaba regresando de –como no-la Ópera
por el paseo ( Trevor Roper, parece mentira, da la mala traducción de “promenade”,
cuando en realidad son los jardines que hay al lado de la öpera,y su palabra
concisa es “Stehpaterre”). Están allí los dos en el interludio de una de las
obras, kubizek no recuerda cuál, y se le acerca un encargado, que le tira
suavemente de la manga a Adolf y le da una nota. Adolfo la lee, le da
amablemente las gracias al ujier y sólo le dice a Gustl, “otra mas”. ( “wieder eine”).Mira con una mirada medio
bromista a su amigo y Rechaza a la chica
que le ofrece sus servicios y le pregunta a Kubizek si quiere él la cita, a lo
que Kubizek le dice: Es tu asunto, no el mío. Y no quiero que la señora se quede desencantada.
"It's
your affair, not mine," I replied, a bitsharply, "and anyhow I
wouldn't like the lady to be disappointed."
Kubizek sí que es una fuente mucho
más fiable, básicamente porque nos
cuenta la vida de dos adolescentes y la llamativa sinceridad de su relato es bastante estable y congruente. El prio
Hitler se define como (“sonderling”) El
libro lo escribe en 1956, apenas tres años de su muerta. Ya le han castigado lo
suficiente y poco tiene ya que perder. Nos cuenta varios episodios que nos dan
una idea mucho más real y concreta de la actitud de su amigo “Adi” frente a la prostitución,
diferentes anécdotas con las mujeres. Tomando a Trevor Reepes lo resummos diciendo:
Each time when it had to do with members of the fair sex, it
was "his affair, not mine," no matter
to what class the woman in question might belong. Even in the
street my friend was shown
preference. When, at night, we came home from the Opera or
the Burg Theatre, now and again
one of the streetwalkers would approach us, in spite of our
poor appearance, and ask us to come
home with her. But here again it was only Adolf who got the
invitation.
Kubizek nos da a entender que rechaza
su amigo la invitación, pero que siempre, cuando iban los dos juntos pro la
calle, las mujeres se dirigían a Adolfo, no a él.
En una ocasión, buscando alquiler, les salió a
recibir una mujer que , hablando en términos claros, se le ofreció claramente a
Hitler y que dejó mostrar algo de sus ropa ineror, de una manera alegremente descuidada.
Kubizek recuerda que Hitler se volvió “completamente colorado” (“ Adolf wurde putzenrot”) y cómo los dos
salieron a escape de ésa situación.
La frase que creemos que mejor define
la sexualidad, o mejor dicho, la aséptica asexualidad de Hitler es una frase
que -una vez mas Kubizek- nos relata en su libro, en conccreto en el capítulo
21. La Llama de la Vida.( “Flamme des
Lebens”).Que sería la fórmula mágica o el símbolo del amor sagrado que se
despierta entre un hombre y una mujer que me mantienen puros tanto en cuerpo
como en alma.
“Whenever the
questions of love, marriage or sex relations
were raised,
this magic formula would crop up. To keep the Flame of Life pure and unsullied
would be the
most important task of that Ideal State with which my friend occupied himself
in his
lonely hours
(…)The Flame of Life was the symbol of sacred love which is awakened
between man
and woman who have kept themselves pure in body and soul and are worthy of a
union which
would produce healthy children for the nation”.
Refiere igualemente Kubizek en la
página 266 un encuentro, en la esquina de una calle ( “An der Ecke Mariahilferstrasse-Neubaugasse sprach uns eines Abends ein
gut geklaideter, sehr bürgerlich aussehender Mann”). Es un individuo muy amable, un comerciante de Vöcklabruck bien vestido y
trajeado que les pregunta acerca de su vida (“fragte
nach unseren Lebensverhältnissen”). Y que luego les invita, a tomar viandas
y les da una carta de visita. Refiere que no le gustan las mujeres, porque son
unas arpías que le sacan el dinero ( “ Frauenbekanntschaften
ablehne, da sie nur auf Gelderwerb ausgerichten seien”). Y que les deja su
tarjeta y que luego Hitler le explica a su amigo “Gustl” si le ha caído bien.
Si le ha parecido simpático, etc. “Desde luego” , dice Kubizek, una persona muy
agradable.
Und sonst? ,
fragte Adolf mit einem für mich s rätselhaften Ausdruck”), con una expresion de media
sonrisa.
Luego le explica Hitler que ese señor
es Homosexual, con naturalidad y sin darle mas relevancia.
(“Es handelt sich um einen Homosexuellen” ,
erklärte Adolf sachlich”).
Igualemente son
muy elocuentes las palabras de Hitler acerca de la Masturbación.
Literalmente Kubizek dice.
“dass er auch die Jugendlichen
häufige Selbsbefriedigung ablehnte “).
Hitler rechazaba la
masturbación. Mas claro, agua.
Hitler, al menos en ésa época tenía una tremenda
adversión por la sexualidad , ni tan siquiera luego cuando fue canciller de
Alemania permitía que le viesen en paños menores. Para los tiempos que corren, era un bicho raro.
Puede que sí. Pero desde luego, en 1908 era una actitud muy casta y poco
comentada por los historiadores que le vapulean desde todos los aspectos. Hitler
no era un cerdo perverso empapado en alcohol, como Churchill, que recibía
desnudo al General Rooselvet ( el hijo de FDR) algunas de sus visitas con sus
temblequeantes carnes , sin dignidad ni respeto ni tan siquiera a sí mismo.
Churchilll tenía en su casa de campo una bañera Shanks, en la cual entraba y
salía sin pudor alguno delante de sus becarios, en pelota picada y dictando sus
libros, ante la mirada cortada y ruborizada de sus seis becarios.Sólo la escena
me hace vomitar.
Nos olvidamos de pequeños detalles como éste.
Hitler es un monologuista nato. Y Kubizek es simplemente un paciente receptor
de todos los discursos que le suelta su amigo. Pero Hitler sí que tiene unos
ideales, sí que quiere cambiar los aspectos injustos de ésa Viena de inico s
del Siglo XX. Habla Hitler de la “ Llama Sagrada” ( “The Flamme of Life”; “Das Lebens des Volkes”). Hasta un afamado
archi enemigo de Hitler, Trevor Roper acepta displicentemente que Hitler tenía
unos sólidos principios morales acerca de la sexualidad, de la Pureza y era archienemigo
de la masturbación.
It seemed to me quite natural that Adolf should turn with
disgust and repugnance from these and
other sexual aberrations of the big city, that he refrained
from masturbation which was commonly
indulged in by youths, and that in all matters of sex he
obeyed those strict rules that he laid down
for himself and for the future state.
Kubizek habla de que al principio no
sabía exactamente a qué se refería Hitler con ése concepto de “ The Flamme of
Life” , pero le dedica todo un capítulo de su libro, el 21. Su amigo habla de
la sexualidad y de la pureza, de “ferne
Geliebte” Y finalmente entiende que “Die
Flamme des Lebens” sale a relucir cuando habla del Amor -si, Hitler
hablando del Amor- (“der Liebe, Der Ehe,
geschlechtiche Probleme berührt wurden”).
Finalemente un personaje pasivo ,
todo oídos , como era Kubizek, tiene su principal mérito el aguantar estoicamente, a veces casi cerrándosele
los ojos de cansancio, el escuchar cuando su amigo encadenaba una diatriba
detrás de otra, un apasionado y encendido discurso detrás de otro,
especialmente en las horas nocturnas.
Y finalmente Kubizek, de forma
desapasionada pero muy creíble, nos cuenta en su capítulo 21 lo que en
definitiva lo que finalmente entiende como concepto de “Flamme des Lebens”. Traducción: es básicamente el respeto, el honor
el símbolo del verdadero Amor entre los hombres. En espíritu y en cuerpo.
(“Die Flamme des lebens war das
Symbol der Hehren Liebe, die zwischen Menschen erwacht, die sich Körper und
Geist rein enhalten haben und einer Vereinigung würdig sein”).
Este Hitler apasionado que todavía recuerda a Stephanie no es rentable
para los historiadores que quieren
desacreditarle y mantenerlo como el
mayor Villano de toda la Humanidad. No conviene representarle como un indivíduo que todavía en
Viena se acuerda de ésa chica Stephanie y de la que hablan en clave, por
venerarla de forma apasionada ( la llaman en clave “Benkieser”.)
,Adolf gave me a code word for Stefanie before
he
left. It was Benkieser, the name of a former classmate. A
picture postcard which he sent me on
May 8 from Vienna shows how much this "Benkieser"
was still on his mind in spite of his many
new and varied impressions in Vienna. "I am longing to
return to my beloved Linz and Urfahr," it
reads. The word Urfahr is underlined, alluding, of course, to
Stefanie, who lived there. "I have to
see Benkieser again. I wonder what he's doing."
Unas semanas más tarde, vuelven a
Linz, su amigo Gust acude a recibirle, saluda a su madre y van a esperar a que
Stepahanie y su madre regresen de su paseo habitual y Hitler “se hace el encontradizo” de nuevo con
Estefanie en Urfahrt. Ella le sonríe al verle y para el enamoradizo Adolf, es
suficiente para confirmar su amor. Y sin decirse una palabra. Nuestro
personaje, que habla por los codos delante de sua migo, se queda callado e
incapaz de expresar ninguno de los nobles -suponemos- sentimientos que le
embargan. Kubizek le anima a que hable con ella. “ está esperando que le
hables”, le dice . Pero Hitler, que es un incansable orador en su sucio cuartucho de
casa, se queda inhibido y sin decir palabra, tan sólo musita a a su amigo : “le
hablaré mañana”.
A few weeks later Adolf returned from Vienna and I met him at
the station. I still remember how
we took turns carrying his bag and he urged me to tell him
all about Stefanie, at once. We were in
a hurry because the evening stroll would begin in an hour's
time. Adolf would not believe that
Stefanie had not asked after him, for he took it for granted
that she was longing for him just as
much as he was for her. But at heart he was glad that I had
not had the opportunity to tell
Stefanie about his grandiose plans for the future, as his
prospects at the moment were not very
bright. We hardly stopped in the Humboldtstrasse to greet his
mother before we hurried off to the
Schmiedtoreck. Full of excitement, Adolf waited. Punctually
Stefanie and her mother appeared.
She threw him a surprised glance. That was sufficient -- he
did not want more. But I became
impatient. "You can see that she wants you to talk to
her," I said to my friend. "Tomorrow," he
answered.
Por supuesto, como ése enamoramiento
es sólo en el espacio vivencial interno de Hitler y no ha intercambiado ni una
sola palabra , salvo hacer ojitos, con su enamorada, ése “mañana” nunca
llega y ella se casará pronto con uno de los tenientes que revolutean alrededor de ella,
como las polillas alrededor de una
lámpara y todo quedará en enamoramiento platónico.
Aparece bastantes veces en el relato de Kubizek
la expresión Ferne geliebte dicha por Hitler. Traducido sería algo así como “ la
amada distante”. Dicho por Rilke o Heine, seguro que la expresión causa cariño
y ternura, pero como la dice Hitler, pues se oculta y se lanza al insondable
olvido.
Hitler amaba la belleza, y citamos
textualmente sus reflexiones tomadas a
taquígrafo: “parto de que lo que un niño necesita es que le eduquen
en la belleza, hoy lo rellenan de saber”
Hoy día cierto es que no se queman libros
públicamente, como hicieron los nazis ( de forma aislada, en Mayo de 1933)
Goebbels reconociería más tarde eso como un tremendo eror político: la quema
del “Arte degenerado”.
Hoy día
también hay una intensa batalla
espiritual: no se realizan obras de arte
con figura humana. El Hombre como imagen de Dios, su creador. Hoy loq ue
predomina es el arte bizarro, abstracto. Gigantescos mazacotes de acero, de
formas no antropomórficas. Se busca desvincular al Hombre con su Creador. Y si
no se han destruido las obras de, por ejemplo, Juan de ävalos en el valle de
lso Caídos, es porque aún no ha madurado la idea. Al tiempo.
Un capítulo muy discutido ,incluso
entre seguidores y detractores de Hitler es
si tenía Humanismo Cristiano.
Es cuestión harto complicada.
Hitler está ciertamente muy influenciado por
la obra de filósofos como Niestzche,
pero sí que deja claro que cree en la
presencia de “un ser superior”. Lo llama “ la providencia” y hace referencia a
ella en varias ocasioens cuandoe scapa
por 9 minutos al atentado de la Bürgerbraukeller ( el del relojero suizo Eller)
ó al asesino francés de bechtergarden ó
al del 20 de Julio del 1944. Ya es mucho más discutible si se refiere específicamente a Dios. Pero si que habla de “tiene que haber
una fuerza creadora”. Hitler NO es ateo, ya que dice textualmente “ Quien cree en algo falso está, sin embargo, por encima del que no cree absolutamente en nada”.
En el Espacio viviencial Interno de Hitler no
hay lugar a las supercherías y a la deshonestidad moral. Mientras sus compañeros de regimiento se iban
de burdeles, durante la Gran Guerra, el
se queda al margen. Y adopta aun perrio, realiza bocetos de amigos y a la menor
oportunidad, en cuanto puede vuelve a
pedir que le manden al Frente. El se siente cómodo dentro de la disciplina del
Ejército.
Esta
totalmente en contra de cualquier tipo de “treguas de navidad” y nada de
contemporizar con el enemigo, por ejemplo. Es soldado a timepo completo y no
tiene el menor inetrés en mandar nada. No pasa del empleo de “Gefreiter”(
cabo). Pero consigue la EK ( Eisen Kreutz, Cruz de Hierro) en dos ocasiones.
Una de ellas , la de Primera clase, cosa extraordinariamente inusual en un
suboficial.
Es herido en
un par de ocasiones, pero en cuanto puede no se escaquea de sus
obligaciones yes de los que no alargan cómodamente los períodos de
inactividad en retaguardia , sino
que pide reincorporarse a la batalla a la mayor brevedad posible.
Durante la Segunda Guerra Mundial siempre predicó con el ejemplo de una vida
muy austera y espartana.
Durante toda la guerra se niega a
darse un respiro. No ve ni teatro, ni cine, ni se permite ningúna diversión.
Opinaba igualmente que “no podía
alegrarse con ninguna película recreativa mientras en el frente hubiera soldados que tenían que
renunciar a ése bien cultural” ; y sólo se iba a la cama “ cuando el último avión enemigo había
abandonado territorio alemán después de sus ataques”.
Por el contrario , Churchill, cuando le dicen que han
localizado a Hess, y que viene en sond
epaz, que hay la posibilidad de acabar con la Guerra, pues dice la famosa frase “ Sea Hess o no, yo me
voy a ver una película de los hermanos Marx”. De lo que se desprende que no debería tener mucho interés en acabar la guerra,
ciertamente.
Era una persona que frecuentemente
visitaba el Frente y que, durante sus paseos entre las 9 y las 10 de la mañaan “cada uno de nosotros, incluso el último
soldado raso, tenía derecho a habalrle de
sus apuros personales” ( pag 150, Percy
Scmidt).
Las reflexiones sobre el espíritu de
lucha y el amor incondicional están reflejadas
en los famosos apuntes recogidos por Heinrich Heim, desarrollados por el Dr. Pickert y posteriormente troceados y
sometidos a una dura querella litigante
entre el citado Dr.. Pickert, y el ciudadano suizo Genaud. Dejando al margen
los litigios legales, podemos considerar
a éstos apuntes ( mejor dicho: a la
yuxtaposiciónde los apuntes en alemán del Dr. Pickert con la edición en
franc´ñes de Genaud) como una fuente
fible del pensamiento hitleriano. Hasta tal puntoq ue luego Martin
Bormman, ante la ausencia de órdenes
escritas ( odas las órdenes y reflexones eran verbales, o disertaciones a las que tan
aficionado era Hitler,
saltando (fuga de ideas) de un tema a
otro sin orden ni concierto, hizo que Martin Bormann hiciese un “refrito” incluyendo ciertamente
de forma tosca y burda ( exactamente la simplicdad del carácter del sabueso
fiel, Bormann) unas reflexiones que no son , ni de lejos, las que recogen luego
en 1953 Percy Ernst Schramm y Trevor Roper en 1961.
Hoy día se usan métodos sofisticados de
aborregamiento de masas y se evita que determinadas ideas nacionalsocialistas circulen
con libertad. Lo que se hace es sencillamente lo que le hicieron al Dr. Goebbels
con su novela “ Michael”, que nunca se publican. Son los libros inexistentes. No es que estén
prohibidos: es que no se editan. Y
si están editados, se confiscan. Y la plebe necia sigue atontada leyendo el “ Marca” ( el sesudo libro de
cabecera del Señor Rajoy) . O se enchufan al partido de fútbol ó al Sálvame de
luxe. No hace falta quemar las joyas literarias, basta con darle opio al pueblo
necio, pacato, cretino y mononeuronal la basura habitual. La Metadona cultural
de la telebasura.
La época de el par de muertos de hambre en Viena
es épìca y heorica, como un Parsifal. Releyendo a Kubizek vemos como los dos
amigos organizan excursiones nocturnas, cruzan la calle Mariahilferstrasse, la Kärntnerstrasse,
van al Práter y ven a la multitud divirtiéndose y dedicada a los más fatuos
pasatiempos. Y Hitler reniega de ellos. Quiere cambiar la sociedad corrompida,
multiétnica y escasamente vertebrada del decadente Imperio Hansburgo y
revitalizarla con un nuevo vigor: el nacionalismo alemán unido al socialismo,
porque claramente entiende que nunca serían los Rothchild o los
aristócratas prusianos quienes sean el motor de cambio de la decrépita sociedad
austríaca, sino que és empuje, esa nueva furza chsipeante ha de ser desde los propios obreros, de las clases
medias bajas.
Nunca se han hecho las revoluciones desde el poder y la púrpura,
sino desde las fábricas y el sudor del barrio obrero. Hitler es un ser extraño,
si. Un mutante. Sale de la nada. Le gustan los poetas: Rilke, Hofmannstahl,
Wildgans –le gusta la arquitectura. Recorren el patio de la Opera (Hof Opera), hace
esbozos del parlamento ( un día se lleva incluso a una sesión parlamentaria al
inocente Kubizek), patean en múltiples ocasiones el Burg Theatre, la iglesia
Karlskirche, el Hof Museums, el Ayuntamiento ( para Hitler, el alcalde de Viena
es una figura carismática), van a la plaza Schwarzenbergplatz , que le gusta especialmente,
recorren por las noches embelesados las fuentes de Viena iluminadas por las 600
mil y pico bombillas que dice la “biografa” Hammann ( lo decimos con sarcasmo,
porque de sus seiscientas páginas, habla en menos de 45 de ellas de Hitler), se
explaya en las bombillas y en e l número de carruajes que había en Viena. Cosas
absolutamente prescindibles, pero no entra en el meollo de la cuestión:
aclararnos que tipo d e vida llevaban los dos amigos en la capital. Nos engaña
como a chinos a los que compramos su libro pretendiendo saber y conocer.
Trevor Roper, el ex espía británico,
ex capitán de Inteligencia y que realizó numerosos interrogatorios a colaboradores de Hitler ( y que luego sacó
tajada económica escribiendo varios libros, especialmente uno de 1961.
huddled together in a small sunless room, the human beings as
decayed and miserable as their
surroundings -- this impression has remained unforgettably
with me, just as the reverse side of
the medal, that in the one house which might have come up to
our sanitary and aesthetic
standards, we met that acme of viciousness which, in the
person of the seductive "Mrs. Potiphar,"
seemed to us more repulsive than the wretchedness of the poor
people. There followed those
nocturnal hours in which Adolf, striding up and down between
door and piano, explained to me in
powerful words the causes of these squalid housing
conditions.
El ex agente de Inteligencia ( otro como Zöller) pasa reluctantemente de
puntillas por el hecho de que Hitler desprecia la concupiscencia y se pone rojo,
absolutamente desbordado de timidez cuando una semi furcia se le declara de
forma abiertamente obscena. Y sencillamente, coge a su amigo Kubizek y desprecian
a la Conscupiscencia.
Hitler tiene lo que los psicólogos denominan, la capacidad de retardo de la
satisfacción. Prefiere no ver incumplidos sus sueños, porque , sencilalmente,
no los exterioriza. Y su dominio posterior sobre la smujeres será muy habitual.Interesa
mucho que a Eva Braun, incluso despues de muchos años de convivencia –sea la
forma de convivencia que vds. piensen- la sigue besando en la mano y de forma
cortés y conmovedora.Sabemos que claro que había sexo, lo dice Morell, que es
un testigo fiable y tenía mucha confianza con él ( seria de los pocos que le
viese desnudo). Tanto a ella, como a las Damas que le acompañan. ( “
küsste er immer erst Eva Braun die hand und dann seiner Tischdame”)
Queda claro que a Hitler le gusta tener a bellas
mujeres a su alrededor, pero mantiene las formas y dice claramente que las
mujeres no pueden dedicarse a la política ni a hacerle perder el tiempo con
ellas mas que lo justo. Eva Braun es leal
como un perrito, incapaz de confabular o de tener ideas retorcidas. Es una
persona , exagerando un poco, encefalográficamente “plana”, sin actividad bioeléctrica
en su cerebro, fiel hasta la muerte ( nunca mejor dicho), pero incapaz de llevarle
la contraria o de expresar cualqueir tipo de ideas que no sean la total y absoluta sumisión. Ese es el
tipo de relacción que en realidad lo que buscaba Hitler. Pero eso no es Amor. Es dominación. Y el famosos episodio del
suicidio de su sobrina, Geli Raubal es el clásico “suicidio en cortocircuito”
que está perfectamete definido en los manuales de Psiquiatría Moderna, como una
reacción brutal por parte del “dominado” para hacer cumpable al “dominador”.
Nosotros creemos la versión de la señora Anni
Winther ( que luego sería la esposa de uno de los médicos de H. , el Dr.
Brandt), de que la naturaleza de la relacción entre “tío y nieta” no era de
tipo sexual. Sino de dominación. Geli
había tenido unos escarceos amorosos con el chófer de Hitler, Emil Maurice, que
habían sido descubiertos y reprimidos de forma
fulminante por el carácter muy autoriario de Hitler. Geli quería llevar una vida mucho menos encorsetada, y no soportó
la presión mental demoledora que Hitler ejercía prácticamente con todos los que
le rodeaban. Y se suicidó de un disparo en el pecho en Septiembre de 1931.
En una determinada ocasión, una de
sus secretarias refiere que a Hitler, se le escapa un comentario ciertamente
íntimo. Hablando de nombres de mujer dice “Emilie es ciertamente un nombre muy
bonito. Así se llamaba mi primera amante” ( “so hiess meine erste Geliebte”).
Esta frase no sabemos en qué contexto
usarla. La Historiadora B. Hamann dice que se refiere a “ Milli” Háusler, la hermana
menor de su compañero de piso en Múncih, que tenía 17 años cuando conoció a Hitler. No está nada claro si
tuvieron relaciones , aunque la propia historiadora lo define mas como un
“tutor” que como un amante.
La propia Crhista Schoeder, que estuvo 10 años
con él de secretaria también dice que incluso la relacción con Eva Braun era
platónica, cosa que cuesta bastante de creer.De facto, es un claro error de juicio de la secretaria, porque
un Morell ya deshauciado no duda en
aseeverar la relacción íntima entre Eva y Hitler.
Ya hemos comentado a Leon Degrelle, que lo llegó a conocer
en 1936 y que recibió en 1944 múltiples atenciones ( y la más alta
condecoración de ejército alemán, la Cruz de Caballero con diamantes), da una
anécdota muy interesante con respecto a las mujeres.
Indica que las respetaba y adoraba, y
que la mujer más guapa del Tercer Reich,
Sigrid von Weldseck iba cada martes a casa de Hitler ( acompañada)
simplemente para escuchar música.
Otra mujer que estaba literalmente
enamorada de Hitler era Unity Mitford,
que estaba emparentada con el Líder fascista británico Oswald Mosley porque su
hermana estaba casada con él. Esta chica estaba tan furiosamente enamorada de él, que se pegó un
tiro en la cabeza , quedándose como un vegetal, hasta que murió en 1948. Hitler
hizo llevar a los mejores médicos que enconctró, pero no hubo manera de que
recuperara sus funcionaes neurológicas. Este efecto hipnótico de Hitler es
digno de estudio,porque sería la tercera mujer que quisera tenerle como marido
que se intentase hacer daño o suicidarse ( Geli Raubal y un intento fallido de suicidio
de la propia Eva Braun).
La infame Wikipedia da una versión diferente: que
Unity se suicidó el día que Inglaterra
declaró la guerra a Alemania , porque tenía su corazón dividido entre ambos
paises. Elijan Vds. La versión que mas les apetezca.Lo que si está claro es que
Hitler le pagó los cuidados médicos, la visitó en varias ocasiones y la
repatrió a Inglaterra.
Unity went to the English
Garden in Munich, took a pearl-handled pistol given to her by Hitler for
protection, and shot herself in the head. She survived the suicide attempt, and
was hospitalised in Munich, where Hitler frequently visited her. He paid her
bills and arranged for her return home.
Muy famosa es la frase de Hitler de “ Ich bin mit Deustchland veheiratet” (
“Estoy casado con Alemania”). La prioridad de Hitler era pues la Política. Y
las mujeres, en un pedestal, pero totalmente aparte. Esta facilidad para
mantener estancas sus emociones descentraba y descolocaba ciertamente a algunas mujeres.
Lo cual hizo que ocultase como secreto de Estado la
relación que mantenía con Eva Braun.
Hitler desde luego no duda en aparecer al lado de hermosas mujeres ( pro ejemplo en
la foto de abajo, con la actriz Manon
Erfuhr y la bailarina Doris Kreysler).
y hace comentarios correctos sobre ellas. Y le agrada rodarse de bellas
señoras. Pero no quiere descentrarse de su actividad política y a las mujeres
las tiene como piezas de exposición, pero sin involucrarse emocionalmente con ellas.
Una de las pocas mujeres que soportó bien la
presión fue la cineasta Leni Riefnstahl,
quien mostraba gran admiración por Hitler, pero que , en una ocasión dijo que “he sentido que Hitler se sentía atraído hacía
mi como mujer “.Le debo esta aportación a mi amigo Nacho , una de las personas
que más conocen en España sobre Hitler,
y que quizás algún día publique todo lo que sabe.
Hay una historia que circula sobre un presunto
hijo de Hitler que es fruto de una relacción del entonces cabo Hitler en la primera Guerra Mundial con
una chica francesa. El origen de ésta “perla cultivada” es del inefable
historiador Maser ( ver foto).
Maser maintained that he had heard of a reputed son of Hitler
for the first time in 1965 while doing research in Wavrin and surrounding
cities. He followed up on these reports, met Loret in the process, and was able
to convince him to let the story be published. Maser exerted great effort to
gather evidence to support it, however, historians including Anton
Joachimsthaler have criticised this, alleging that Maser was subordinating the
scholarly pursuit of truth in order to pursue commercial motives such as
sensationalism and enjoyment of scandal.
According to Maser's portrayal, the Loret–Hitler connection
occurred as follows: Hitler had met Charlotte Lobjoie in 1916 in the city of
Wavrin, in the German-occupied part of France, while stationed there as a
soldier, and had begun a romantic relationship with her. Loret had been
conceived in the summer of 1917 in Ardooie or, according to other sources, in
the fall of 1917 in Le Ceteau. The latter scenario is the less likely variant
since it would require a premature birth.
Maser wrote in his Hitler biography on the relationship of
Hitler and Lobjoie:
At the beginning of 1916 the young woman had met the German
soldier Adolf Hitler for the first time. She stayed first in Premont, allowed
herself to fall into a sexual relationship with him, and followed him until
autumn 1917 to, among other places, Seboncourt, Forunes, Wavrin and
Noyelles-lès-Seclin in Northern France – and, in May, June and July 1917, also
to Ardooie in Belgium (p. 528).
The critics of this account pointed out that Maser had no
evidence of this beyond Loret's own claims, which were secondhand at best. A
genetic certification of his biological inheritance, done at the University of
Heidelberg, resulted in the findings that "at best, Loret could be
Hitler's son", but that he need not be such.
Encontramos referencias a éste supuesto
hijo secreto en el libro “Korrektion
einer Biographie” página 162 y Joachimthaler se desmarca de ése supuesto
hijo de Hitler, un tal Jean Loret.
Siguiendo con la crónica de adulteraciones y
falsas noticias, inevitablemente Hitler también es acusado de ser Homosexual. El
ínclito Werner maser, supuesto Historiador, vuelve a la carga diciendo que
Hitler tuvo una relación homosexual con un señor que se llamaba Ersnt Schmidt.
Nos sorprendería mucho que no se le
hubiese acusado de todo lo contrario, de ser homófobo y por esa razón, haber
acabado con la vida de ersnt Rohm, el jefe de las SA ( Sturm Abteiligung) la Noche
de los Cuchillos largos. ( 30 de Junio de 1934).
Hitler sí que es verdad que dio la orden de
eliminar a Röhm, pero no por su
homosexualidad, sino por cuestión de PODER, simplemente eso, porque las SA
eran una amenaza para el recién creado III Reich. La homofobia no tuvo nada que
ver en ése asesinato concreto. Cosa diferente es los aproximadamente 200.000
homosexuales que fueron exterminados durante los 13 años de Poder del partido
Nazi.